Читать онлайн книгу "Un Grito De Honor"
Un Grito De Honor
Morgan Rice
El Anillo del Hechicero #4
En UN GRITO DE HONOR (A CRY OF HONOR) – Libro #4 de El Anillo del Hechicero – (The Sorcerers Ring), Thor ha regresado de Los Cien como un guerrero endurecido, y ahora debe aprender lo que significa la batalla por su patria, combatir por la vida y la muerte. Los McCloud han invadido el territorio de los MacGil – mГЎs adentro que nunca en la historia del Anillo – y mientras Thor cabalga hacia una emboscada, caerГЎ sobre su cabeza repeler el ataque y salvar la Corte del Rey. Godfrey ha sido envenenado por su hermano con un veneno muy potente y raro, y su destino estГЎ en manos de Gwendolyn, mientras ella hace todo lo que puede para salvar a su hermano de la muerte. Gareth ha caГdo mГЎs profundamente en un estado de paranoia y descontento, contratando a su propia tribu de salvajes como una fuerza de lucha personal y dГЎndoles el SalГіn de los Plateados – desbancando a Los Plateados y causando una ruptura en la Corte del Rey que amenaza con estallar en una guerra civil. Г‰l tambiГ©n planea hacer que el feroz Nevarun se lleve a Gwendolyn, vendiГ©ndola su en matrimonio sin su consentimiento. Las amistades de Thor se profundizan, mientras viajan por nuevos lugares, se enfrentan a monstruos inesperados y lucha cn una batalla inimaginable. Thor viaja a su ciudad natal y, en un Г©pico enfrentamiento con su padre, se entera de un gran secreto de su pasado, de quiГ©n es, de quiГ©n es su madre – y de su destino.
Morgan Rice
UN GRITO DE HONOR Libro #4 de El Anillo del Hechicero
Acerca de Morgan Rice
Morgan Rice es la escritora del bestseller #1: DIARIO DE UN VAMPIRO (THE VAMPIRE JOURNALS), una saga que comprende once libros (y siguen llegando); la saga del bestseller #1: TRILOGГЌA DE SUPERVIVENCIA (THE SURVIVAL TRILOGY), thriller pos apocalГptico que comprende dos libros (y siguen llegando); y la saga de fantasГa Г©pica, bestseller #1: EL ANILLO DEL HECHICERO, que comprende trece libros (y contando).
Los libros de Morgan estГЎn disponibles en audio y ediciГіn impresa, y la traducciГіn de los libros estГЎ disponible en alemГЎn, francГ©s, italiano, espaГ±ol, portuguГ©s, japonГ©s, chino, sueco, holandГ©s, turco, hГєngaro, checo y eslovaco (prГіximamente en otros idiomas).
A Morgan le encantarГa tener comunicaciГіn con usted, asГ que visite www.morganricebooks.com (http://www.morganricebooks.com/) para unirse a la lista de correo electrГіnico, recibir un libro gratuito, recibir regalos gratuitos, descargar una aplicaciГіn gratuita, obtener las Гєltimas noticias exclusivas, conectarse a Facebook y Twitter, y ВЎmantenerse en contacto!
Algunas Opiniones Acerca de las Obras de Morgan Rice
“EL ANILLO DEL HECHICERO (THE SOURCERER’S RING) tiene todos los ingredientes para ser un Г©xito inmediato: tramas, tramas secundarias, misterio, caballeros aguerridos y relaciones que florecen, llenos de corazones heridos, decepciones y traiciones. Lo mantendrГЎ entretenido durante horas y satisfarГЎ a las personas de cualquier edad.В В Recomendado para la biblioteca habitual de todos los lectores de fantasГa”.
–-Books and Movie Reviews, Roberto Mattos
“Rice hace un gran trabajo para captar su atención desde el principio, al utilizar una gran calidad descriptiva que va más allá de la simple descripción de la ambientación… Bien escrito y sumamente rápido de leer”.
–-Black Lagoon Reviews (acerca de Turned)
“Es una historia ideal para lectores jГіvenes. Morgan Rice hizo un buen trabajo dando un giro interesante… Innovador y singular. La saga se centra alrededor de una chica… ВЎuna chica extraordinaria!В Es fГЎcil de leer, pero con un ritmo sumamente rГЎpido… ClasificaciГіn PG (GuГa Paternal)”.
–-The Romance Reviews (acerca de Turned)
“Me llamГі la atenciГіn desde el principio y no dejГ© de leerlo… Esta historia es una aventura increГble, de ritmo rГЎpido y llena de acciГіn desde su inicio.В В No hay un momento aburrido”.
–-Paranormal Romance Guild (con respecto a Turned)
“Lleno de acción, romance, aventura y suspenso.  Ponga sus manos en él y vuelva a enamorarse”.
–-vampirebooksite.com (con respecto a Turned)
“Tiene una trama estupenda y este libro en particular, le costará dejar de leer en la noche. El final en suspenso es tan espectacular, que inmediatamente querrá comprar el siguiente libro, solamente para ver qué sigue”.
–-The Dallas Examiner (referente a Loved)
“Es un libro equiparable a TWILIGHT y DIARIO DE UN VAMPIRO (VAMPIRE DIARIES), y hará que quiera seguir leyendo ¡hasta la última página! Si le gusta la aventura, el amor y los vampiros, ¡este libro es para usted!”.
–-Vampirebooksite.com (con respecto a Turned)
“Morgan Rice se demuestra a sГ misma una vez mГЎs que es una narradora de gran talento… Esto atraerГЎ a una gran audiencia, incluyendo a los aficionados mГЎs jГіvenes, del gГ©nero de los vampiros y de la fantasГa.В В El final de suspenso inesperado lo dejarГЎ estupefacto”.
–-Reseñas de The Romance Reviews (con respecto a Loved)
"Una fantasГa animada que entreteje elementos de misterio e intriga en la historia. La Senda de los HГ©roes trata acerca del valor y sobre la realizaciГіn de un propГіsito de vida que conduce al crecimiento, la madurez y la excelencia… Para los que buscan aventuras de ficciГіn sustanciosa, los protagonistas, los mecanismos y la acciГіn proporcionan un conjunto vigoroso de encuentros que se centran en la evoluciГіn de Thor de ser un niГ±o soГ±ador a un adulto joven que enfrenta a situaciones imposibles para sobrevivir… Es sГіlo el comienzo de lo que promete ser una saga Г©pica para adultos jГіvenes".
– Midwest Book Review (D. Donovan, eBook Reviewer)
Libros de Morgan Rice
EL ANILLO DEL HECHICERO (THE SORCERER’S RING)
LA SENDA DE LOS HÉROES (A QUEST OF HEROES) – (Libro #1)
LA MARCHA DE LOS REYES (A MARCH OF KINGS) – (Libro #2)
EL DESTINO DE LOS DRAGONES (A FATE OF DRAGONS) (Libro #3)
EL GRITO DE HONOR (A CRY OF HONOR) (Libro #4)
UNA PROMESA DE GLORIA (A VOW OF GLORY) (Libro #5)
UN DEBER DE VALOR (A CHARGE OF VALOR)В (Libro #6)
UN GRITO DE ESPADAS (A RITE OF SWORDS) (Libro #7)
UNA SUBVENCIГ“N DE ARMAS (A GRANT OF ARMS)В (Libro #8)
UN CIELO DE HECHIZOS (A SKY OF SPELLS)В (Libro #9)
UN MAR DE ESCUDOS (A SEA OF SHIELDS) (Libro #10)
UN REINADO DE HIERRO (A REIGN OF STEEL) (Libro #11)
UNA TIERRA DE FUEGO (A LAND OF FIRE) – (Libro #12)
EL DECRETO DE LAS REINAS (A RULE OF QUEENS) – (Libro #13)
LA TRILOGГЌA DE SUPERVIVENCIA (THE SURVIVAL TRILOGY)
ARENA UNO: TRATANTES DE ESCLAVOS (SLAVERSUNNERS) – (Libro #1)
ARENA DOS (ARENA TWO) – (Libro #2)
DIARIO DE UN VAMPIRO (THE VAMPIRE JOURNALS)
TRANSFORMACIГ“N (TURNED) (Libro #1)
AMORES (LOVED)В (Libro #2)
TRAICIÓN (BETRAYED) – (Libro #3)
DESTINADO (DESTINED) (Libro #4)
DESEO (DESIRED) (Libro #5)
PROMETIDO (BETROTHED) (Libro #6)
PROMESA (VOWED) (Libro #7)
ENCUENTRO (FOUND) (Libro #8)
RESURRECCIГ“N (RESURRECTED) (Libro #9)
ANSIAS (CRAVED) (Libro #10)
DESTINO (FATED) (Libro #11)
Escuche (http://www.amazon.es/s/ref=nb_sb_noss_1?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&url=search-alias=aps&field-keywords=morgan%20rice&sprefix=morga,aps&rh=i:aps,k:morgan%20rice)la saga de “EL ANILLO DEL HECHICERO) THE SORCERER’S RING en formato de ¡audio libro!
Ya disponible en:
Amazon (http://www.amazon.es/s/ref=nb_sb_noss_1?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&url=search-alias=aps&field-keywords=morgan%20rice&sprefix=morga,aps&rh=i:aps,k:morgan%20rice)
Audible (http://www.audible.com/pd/Sci-Fi-Fantasy/A-Quest-of-Heroes-Audiobook/B00F9DZV3Y/ref=sr_1_3?qid=1379619215&sr=1-3)
iTunes (https://itunes.apple.com/us/audiobook/quest-heroes-book-1-in-sorcerers/id710447409)
Derechos Reservados В© 2013 por Morgan Rice
Todos los derechos reservados. A excepciГіn de lo permitido por la Ley de Derechos de Autor de EE.UU. de 1976, ninguna parte de esta publicaciГіn puede ser reproducida, distribuida o transmitida en forma o medio alguno, ni almacenada en una base de datos o sistema de recuperaciГіn de informaciГіn, sin la autorizaciГіn previa de la autora.
Este libro electrГіnico estГЎ disponible solamente para su disfrute personal.В Este libro electrГіnico no puede ser revendido ni regalado a otras personas.В Si desea compartir este libro con otra persona, tiene que adquirir un ejemplar adicional para cada beneficiario. Si estГЎ leyendo este libro y no lo ha comprado, o no lo comprГі solamente para su uso, por favor devuГ©lvalo y adquiera su propio ejemplar.В Gracias por respetar el trabajo de esta escritora.
Esta es una obra de ficciГіn. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, eventos e incidentes, son producto de la imaginaciГіn de la autora o se utilizan de manera ficticia.В Cualquier semejanza con personas reales, vivas o muertas, es solo coincidencia.
Imagen de la cubierta Derechos Reservados, RazoomGame, utilizada bajo licencia de Shutterstock.com.
"No temГЎis a la grandeza:
algunos nacen grandes,
algunos alcanzan la grandeza,
y a algunos les es impuesta la grandeza”.
    —William Shakespeare
В В В В Noche de Reyes
CAPГЌTULO UNO
Luanda fue a la carga en el campo de batalla, evitando por poco a un caballo a galope, mientras se dirigГa hacia la pequeГ±a vivienda donde estaba el rey McCloud. Ella puso la frГa lanza de hierro en su mano, temblando, mientras atravesaba las polvorientas tierras de esta ciudad que una vez conociГі, esta ciudad de su gente. Todos estos meses ella habГa sido obligada a presenciar cГіmo eran masacrados – y ya habГa tenido suficiente. Algo en su interior la hizo reaccionar. Ya no le importaba si iba contra todo el ejГ©rcito McCloud – harГa todo lo que estuviera en sus manos para detenerlo.
Luanda sabГa que lo que iba a hacer era una locura, que estaba tomando su vida en sus manos, y que era probable que McCloud la matara. Pero alejГі esos pensamientos de su mente mientras corrГa. HabГa llegado el momento de hacer lo correcto, costara lo que costara.
En el campo de batalla lleno de gente, en medio de los soldados, ella vio a McCloud a lo lejos, llevando a esa pobre chica gritando hacia una vivienda abandonada—una pequeña casa de barro. Él cerró la puerta de golpe, detrás de ellos, levantando una nube de polvo.
"ВЎLuanda!", se escuchГі un grito.
Ella se volviГі y vio a Bronson, tal vez nueve metros detrГЎs, persiguiГ©ndola. Su avance fue interrumpido por la incesante oleada de caballos y soldados, que lo obligГі a parar varias veces.
Ahora era su gran oportunidad. Si Bronson la alcanzaba, Г©l podrГa impedirle avanzar.
Luanda duplicГі su velocidad, empuГ±ando la lanza y tratando de no pensar en la locura que era todo esto, en las pocas posibilidades que tenГa. Si ejГ©rcitos completos no podГan contra McCloud, si sus generales, su propio hijo, temblaban ante Г©l, ВїquГ© oportunidad podrГa tener ella?
Por otra parte, Luanda nunca habГa matado a un hombre, mucho menos a un hombre de la estatura de McCloud. ВїSe paralizarГa llegado el momento? ВїPodrГa realmente acecharlo? ВїГ‰l era insensible, como le habГa advertido Bronson?
Luanda se sintiГі implГcita en el derramamiento de sangre de este ejГ©rcito, en la ruina de su propia tierra. En retrospectiva, lamentaba haber aceptado casarse con McCloud, a pesar de su amor por Bronson. Ella habГa aprendido que los McCloud eran gente salvaje, imposible de corregir. Los MacGil habГan sido afortunados al estar separados por las Tierras Altas, de eso se daba cuenta ella ahora, y de que ellos se habГan quedado en su lado del Anillo. Ella habГa sido ingenua, habГa sido tan tonta en suponer que los McCloud no eran tan malos como le habГan hecho creer. Ella pensГі que podrГa cambiarlos, que al tener la oportunidad de ser una princesa McCloud—y algГєn dГa reina—valdrГa la pena, fuera cual fuera el riesgo.
Pero ahora sabГa que estaba equivocada. DarГa todo—renunciarГa a su tГtulo, a sus riquezas, a su fama, todo ello – por no haber conocido nunca a los McCloud, por estar de vuelta en la seguridad, con su familia, en su lado del Anillo. Estaba enojada con su padre por haber arreglado ese matrimonio; ella era joven e ingenua, pero Г©l debiГі haberlo sabido. ВїEra tan importante para Г©l la polГtica como para sacrificar a su propia hija? TambiГ©n estaba enojada con Г©l, por morir, por haberla dejado sola con todo esto.
Luanda habГa aprendido a la mala, en estos Гєltimos meses, a depender de sГ misma, y ahora era su oportunidad de hacer las cosas bien.
Temblaba cuando llegГі a la pequeГ±a casa de barro, con su puerta oscura, de roble, que estaba bien cerrada. GirГі y mirГі a ambos lados, esperando que los hombres de McCloud se le echaran encima, pero para su alivio, estaban todos muy preocupados con los estragos que estaban causando, para darse cuenta.
LevantГі la estaca que tenГa en la mano y sujetГі el picaporte, girГЎndolo con toda la delicadeza que pudo, rogando no alertar a McCloud.
EntrГі. Estaba oscuro, y sus ojos se ajustaron lentamente a la luz ГЎspera del sol de la ciudad blanca; tambiГ©n estaba mГЎs fresco aquГ, y cuando ella caminГі a travГ©s del umbral de la pequeГ±a casa, lo primero que escuchГі fueron los gemidos y gritos de la chica. Mientras sus ojos se ajustaban, ella echГі un vistazo a la pequeГ±a casa y vio a McCloud, desnudo de la cintura para abajo, en el piso; la chica estaba desnuda, luchando debajo de Г©l. La chica llorГі y gritГі, con los ojos hinchados, mientras McCloud estiraba la mano y tapaba su boca con la carnosa palma de su mano.
Luanda apenas podГa creer que esto era real, que realmente estaba pasando por esto. Ella dio un paso vacilante hacia adelante, con las manos temblorosas, sus rodillas dГ©biles y rezГі para tener la fuerza para llevarlo a cabo. Ella agarrГі la lanza de hierro como si se tratara de su vida.
Por favor, Dios, dГ©jame matar a este hombre.
Ella escuchГі los gruГ±idos y gemidos de McCloud, como un animal salvaje, habiendo tenido suficiente. Fue implacable. Los gritos de la chica parecГan amplificarse con cada uno de los movimientos de Г©l.
Luanda dio un paso, luego otro, hasta quedar a pocos centГmetros de distancia. Ella mirГі hacia abajo a McCloud, estudiГі su cuerpo, tratando de decidir el mejor lugar para atacar. Por suerte, se habГa quitado su cota de malla y llevaba sГіlo una camisa delgada, de paГ±o, ahora empapada en sudor. PodГa olerlo desde aquГ, y ella retrocediГі. Quitar su armadura fue un movimiento descuidado de su parte, y Г©se serГa, Luanda decidiГі, su Гєltimo error. Ella levantarГa el pico por lo alto, con ambas manos y lo sumirГa en su espalda expuesta.
Mientras los gemidos de McCloud alcanzaban su apogeo, Luanda levantГі la lanza por lo alto. Pensaba en cГіmo cambiarГa su vida despuГ©s de este momento, cГіmo, en cuestiГіn de segundos, nada volverГa a ser igual. El reino de McCloud serГa libre de su rey tirano; su gente se librarГa de mГЎs destrucciГіn. Su nuevo marido se levantarГa y tomarГa su lugar, y finalmente, todo estarГa bien.
Luanda se quedГі ahГ paralizada, con miedo. Ella temblГі. Si ella no actuaba ahora, nunca lo harГa.
Contuvo la respiraciГіn, dio un Гєltimo paso adelante, sostuvo el pico por lo alto con ambas manos y de repente cayГі de rodillas, sumiГ©ndolo con todas sus fuerzas, preparГЎndose para hundirlo en su espalda.
Pero sucediГі algo que ella no esperaba, y todo ocurriГі de manera borrosa, demasiado rГЎpido para que reaccionara: en el Гєltimo segundo, McCloud se quitГі del camino. Para un hombre de su corpulencia, Г©l era mucho mГЎs rГЎpido de lo que ella podГa imaginar. RodГі hacia un lado, dejando expuesta a la chica que estaba debajo de Г©l. Era demasiado tarde para que Luanda parara.
El pico de hierro continuó sumiéndose, para horror de Luanda, hasta el fondo – en el pecho de la chica.
La chica se sentГі recta, chillando, y Luanda estaba mortificada al sentir el pico perforando su carne, profundamente, varios centГmetros, en todo su corazГіn. BrotГі sangre de su boca y mirГі a Luanda, aterrada, traicionada.
Finalmente, yacГa boca abajo, muerta.
Luanda se arrodillГі, entumecida, traumatizada, apenas entendiendo lo que habГa pasado. Antes de que ella pudiera| procesar todo, antes de que ella pudiera darse cuenta de que McCloud estaba a salvo, sintiГі un golpe punzante en un costado de su cara y sintiГі que caГa al suelo.
Mientras se elevaba por el aire, estaba vagamente consciente de que McCloud acababa de golpearla, de darle un tremendo golpe que la habГa mandado a volar, habГa, sin duda, anticipado cada movimiento desde que ella habГa entrado en la habitaciГіn. Г‰l habГa fingido ignorancia. HabГa esperado el momento indicado, el momento perfecto para no sГіlo esquivar el golpe de ella, sino para hacer que matara a esa pobre chica y al mismo tiempo, hacerla sentir culpable por ello.
Antes de que su mundo se desvaneciera, Luanda alcanzГі a ver la cara de McCloud. Г‰l estaba sonriendo, con la boca abierta, jadeando, como una bestia salvaje. Lo Гєltimo que escuchГі, antes de que su bota gigante se levantara y bajara hacia su cara, fue su voz gutural, desbordГЎndose como un animal:
"Me hiciste un favor", dijo Г©l. "Ya habГa terminado con ella, de todos modos".
CAPГЌTULO DOS
Gwendolyn corrГa por las callejuelas retorcidas de la peor parte de la Corte del Rey, con lГЎgrimas cayendo por sus mejillas, mientras huГa del castillo, tratando de estar lo mГЎs lejos posible de Gareth. Su corazГіn todavГa estaba acelerado desde su enfrentamiento, desde que vio a Firth colgando, desde que escuchГі las amenazas de Gareth. Desesperadamente intentГі extraer la verdad de sus mentiras. Pero en la mente enferma de Gareth, la verdad y las mentiras estaban mezcladas, y era difГcil saber lo que era real. ВїHabГa estado tratando de asustarla? ВїO todo lo que habГa dicho era verdad?
Gwendolyn habГa visto colgando el cuerpo de Firth con sus propios ojos, y eso le decГa que tal vez, ahora, todo eso era cierto. Tal vez Godfrey, en efecto, habГa sido envenenado; tal vez ella habГa sido vendida en matrimonio a los salvajes de los Nevaruns, y quizГЎs Thor estaba ahora yendo a una emboscada. Pensar en eso la hacГa estremecerse.
Se sentГa impotente mientras corrГa. TenГa que hacer lo correcto. Ella no podГa ir corriendo a alcanzar a Thor, pero sГ podГa correr hasta donde estaba Godfrey y ver si habГa sido envenenado, y si aГєn vivГa.
Gwendolyn corriГі hacia lo mГЎs profundo de la parte sГіrdida de la ciudad, sorprendida al encontrarse aquГ otra vez, dos veces en la misma cantidad de dГas, en esta parte asquerosa de la Corte del Rey, a la que ella habГa prometido nunca regresar. Si realmente Godfrey habГa sido envenenado, sabГa que eso habrГa sucedido en la taberna. ВїDГіnde mГЎs? Ella estaba enojada con Г©l por regresar, por bajar su guardia, por ser tan descuidado. Pero mГЎs que nada, ella temГa por Г©l. Se dio cuenta de cuГЎnto habГa llegado a preocuparse por su hermano en estos Гєltimos dГas, y la idea de perderlo a Г©l tambiГ©n, especialmente despuГ©s de quedarse sin su padre, le dejГі un agujero en su corazГіn. TambiГ©n se sentГa de algГєn modo responsable.
Gwen sintiГі un verdadero temor mientras corrГa por las calles y no por los borrachos y sinvergГјenzas alrededor de ella; sino porque le temГa a su hermano, Gareth. Se habГa visto demonГaco en su Гєltima reuniГіn, y ella no conseguГa olvidar la imagen de su rostro, de sus ojos, de su mente – tan negra, tan desalmada. ParecГa poseГdo. Que Г©l estuviera sentado en el trono de su padre, hacГa la imagen mГЎs surrealista. Ella temГa su venganza. Tal vez Г©l, de hecho, tramaba casarla, algo que ella nunca permitirГa; o tal vez sГіlo querГa hacerle bajar la guardia, y realmente estaba planeando asesinarla. Gwen mirГі a su alrededor, y mientras corrГa, cada rostro parecГa hostil, forastero. Todos parecГan ser una amenaza potencial, enviada por Gareth para acabar con ella. Se estaba volviendo paranoica.
Gwen dio vuelta a la esquina y chocГі hombros con un viejo borracho – que la desequilibrГі – y ella saltГі y gritГі involuntariamente. Ella estaba nerviosa. Le tomГі un momento darse cuenta de que era sГіlo un transeГєnte, no uno de los secuaces de Gareth; ella se volviГі y lo vio tropezar, sin voltear hacia atrГЎs para disculparse. La indignidad de esta parte de la ciudad era mГЎs de lo que ella podГa soportar. Si no fuera por Godfrey, nunca se habrГa acercado a ese lugar, y lo odiaba por hacerla llegar a esto. ВїPor quГ© simplemente no podГa quedarse fuera de las tabernas?
Gwen dio vuelta a otra esquina y allГ estaba: La taberna favorita de Godfrey, una porquerГa de establecimiento, sentado allГ torcido, con la puerta abierta, con los borrachos saliendo de Г©l, como hacГan perpetuamente. Ella no perdiГі el tiempo y entrГі rГЎpidamente por la puerta abierta.
Le tomГі a sus ojos un momento ajustarse a la luz oscura;В apestaba a cerveza rancia y olor corporal; mientras entraba, el lugar se quedГі en silencio. La docena de hombres que habГa adentro se dio vuelta y la miraron, sorprendidos. AhГ estaba, un miembro de la familia real, vestida de gala, entrando en ese lugar, que probablemente no habГa sido limpiado en aГ±os.
Se acercГі a un hombre alto, con una gran barriga, a quien reconociГі como Akorth, uno de los compaГ±eros de parranda de Godfrey.
"ВїDГіnde estГЎ mi hermano?", preguntГі ella, demandante.
Akorth, generalmente de muy buen humor, generalmente listo para dar rienda suelta a una broma de mal gusto con la que Г©l mismo estaba muy satisfecho, la sorprendiГі: simplemente negГі con la cabeza.
"No estГЎ bien, mi lady", dijo, sombrГo.
"ВїQuГ© quieres decir?", insistiГі ella, con su corazГіn latiendo aceleradamente.
"TomГі una mala cerveza", dijo un hombre alto, delgado, a quien ella reconociГі como Fulton, otro compaГ±ero de Godfrey. "EnfermГі ayer por la noche. No se ha levantado".
"ВїEstГЎ vivo?", le preguntГі, frenГ©tica, agarrando la muГ±eca de Akorth.
"Escasamente", respondiГі, mirando hacia abajo. "La ha pasado mal. DejГі de hablar hace una hora".
"ВїDГіnde estГЎ?", insistiГі ella.
"En la parte trasera, seГ±ora", dijo el tabernero, inclinГЎndose sobre la barra, mientras limpiaba una jarra, con una mirada triste. "Y serГЎ mejor que tenga un plan para lidiar con Г©l. No conservarГ© un cadГЎver en mi establecimiento".
Gwen, abrumada, se sorprendiГі al sacar una pequeГ±a daga, inclinГЎndose hacia adelante y manteniendo la punta en la garganta del tabernero.
Г‰l tragГі saliva, mirando hacia atrГЎs, sorprendido, mientras el lugar quedaba totalmente en silencio.
"En primer lugar", dijo ella, "este lugar no es un establecimiento – es una porquerГa de abrevadero y lo harГ© derribar por la guardia real si me hablas de esa forma otra vez. Puedes comenzar por llamarme mi lady".
Gwen se sentГa fuera de sГ misma y le sorprendiГі la fuerza que la superaba; no tenГa idea de dГіnde venГa.
El tabernero tragГі saliva.
"Mi lady", repitiГі.
Gwen mantuvo estable la daga.
"En segundo lugar, mi hermano no morirГЎ – y ciertamente no en este lugar. Su cadГЎver harГa que tu establecimiento tenga mГЎs honor que cualquier ser viviente que haya pasado por aquГ. Y si muere, puedes estar seguro de que la culpa caerГЎ sobre ti".
"ВЎPero yo no hice nada malo, mi lady!", dijo defendiГ©ndose. "ВЎEra la misma cerveza que le servГ a todos los demГЎs!".
"Alguien debe haberla envenenado", aГ±adiГі Akorth.
"Pudo haber sido cualquiera", dijo Fulton.
Gwen bajГі lentamente su daga.
"LlГ©venme con Г©l. ВЎAhora!", ordenГі.
El tabernero bajГі la cabeza con humildad esta vez, se volviГі y se apresurГі a ir a la puerta lateral detrГЎs de la barra. Gwen le siguiГі muy de cerca; Akorth y Fulton tambiГ©n se unieron.
Gwen entrГі en la pequeГ±a habitaciГіn detrГЎs de la taberna y escuchГі un jadeo, mientras veГa a su hermano, Godfrey, tirado en el piso, en posiciГіn supina. Estaba mГЎs pГЎlido que nunca. ParecГa estar a un paso de la muerte. Todo era verdad.
Gwen se apresurГі a su lado, agarrГі su mano y sintiГі lo frГa y hГєmeda que estaba. Г‰l no respondiГі, su cabeza estaba en el suelo, sin afeitar, con el cabello grasoso, sujetando su frente. Pero ella sentГa su pulso, y aunque estaba dГ©bil, estaba allГ; tambiГ©n veГa cГіmo se levantaba su pecho con cada respiraciГіn. Г‰l estaba vivo.
Ella sintiГі una repentina furia dentro de ella.
"ВїCГіmo pudieron dejarlo aquГ, asГ?", dijo ella a gritos, dirigiГ©ndose al tabernero. "ВїA mi hermano, miembro de la familia real, lo dejaron solo como un perro, en el suelo, mientras se estГЎ muriendo?".
El tabernero tragГі saliva, se veГa nervioso.
"ВїY quГ© iba a hacer, mi lady?", preguntГі Г©l, sonando inseguro. "Esto no es un hospital. Todos decГan que bГЎsicamente estaba muerto y…"
"ВЎNo estГЎ muerto!", gritГі ella. "Y ustedes dos", dijo ella, volteando a ver a Akorth y Fulton, "ВїquГ© clase de amigos son? ВїГ‰l los habrГa dejado asГ?".
Akorth y Fulton intercambiaron una mirada sumisa.
"PerdГіneme", dijo Akorth. "El doctor vino anoche y lo mirГі y dijo que se estaba muriendo, y que lo Гєnico que quedaba era esperar a que muriera con el tiempo. No creГ que se podrГa hacer algo".
"Nos quedamos con él la mayor parte de la noche, mi lady", añadió Fulton, "estuvimos a su lado. Solo tomamos un breve descanso, bebimos un trago para superar nuestras penas, y luego usted entró y…"
Gwen levantГі la mano y con rabia derribГі sus jarras de cerveza de sus manos, lanzГЎndolas al suelo, y el lГquido se derramГі por todas partes. Ambos la miraron, sorprendidos.
"Que cada uno de ustedes sujete un extremo de Г©l", ordenГі ella con frialdad, de pie, sintiendo que una nueva fuerza surgГa dentro de ella. "Lo sacarГЎn de este lugar. Me seguirГЎn por la Corte del Rey hasta que lleguemos con la curandera real. Mi hermano tendrГЎ la oportunidad de una verdadera recuperaciГіn, y no morirГЎ en base a la proclama de un doctor lerdo.
"Y tГє", agregГі, dirigiГ©ndose otra vez al tabernero. Si mi hermano sobrevive, y si alguna vez regresa a este lugar y le sirves un trago, me ocuparГ© personalmente de que seas arrojado a la mazmorra y que nunca salgas".
El tabernero cambiГі de lugar y bajГі la cabeza.
"ВЎAndando!", gritГі ella.
Akorth y Fulton se estremecieron y entraron en acciГіn. Gwen saliГі rГЎpidamente del salГіn, con ellos dos justo detrГЎs de ella, cargando a su hermano, siguiГ©ndola fuera de la taberna hacia la luz del dГa.
Empezaron a bajar rГЎpidamente por las atestadas calles de la parte posterior de la Corte del Rey, hacia el curandero y Gwen sГіlo rezaba para que no fuera demasiado tarde.
CAPГЌTULO TRES
Thor galopaba por el terreno polvoriento de los confines de la Corte del Rey, con Reece, O'Connor, Elden y los gemelos junto a Г©l; Krohn corriendo a su lado; Kendrick, Kolk, Brom y docenas de La LegiГіn y de los Plateados montando a caballo con ellos; eran un gran ejГ©rcito que iba a encontrarse con los McCloud. Cabalgaban al unГsono, preparГЎndose para liberar la ciudad, y el sonido de los cascos de los caballos era ensordecedor, retumbando como un trueno. HabГan cabalgado todo el dГa, y el segundo sol ya estaba en el cielo desde hacГa mucho tiempo. Thor apenas podГa creer que estaba montado con estos grandes guerreros, en su primera misiГіn militar real. SentГa que lo habГan aceptado como uno de los suyos. De hecho, toda La LegiГіn habГa sido llamada como reserva, y sus hermanos de armas montaban a su alrededor. Los miembros de La LegiГіn fueron empequeГ±ecidos por los miles de miembros del ejГ©rcito del rey, y Thor, por primera vez en su vida, sentГa que era parte de algo mayor que Г©l.
Thor tambiГ©n sentГa que tenГa un propГіsito. Se sintiГі necesitado. Sus conciudadanos estaban sitiados por los McCloud, y su ejГ©rcito debГa liberarlos para salvar a su pueblo de un destino horrible. La importancia de lo que estaban haciendo pesaba sobre Г©l como un ser viviente – eso lo hacГa sentir vivo.
Thor se sentГa seguro en presencia de todos estos hombres, pero tambiГ©n sentГa preocupaciГіn: ese era un ejГ©rcito de hombres de verdad, pero eso tambiГ©n significaba que estaban a punto de enfrentarse a un ejГ©rcito real. Guerreros reales, sin sentimientos. Esta vez era cosa de vida o muerte y habГa mucho mГЎs en juego de lo que alguna vez habГa encontrado. Mientras cabalgaba, se inclinГі instintivamente y se sintiГі tranquilizado por la presencia de su honda de confianza y su nueva espada. Se preguntaba si al final del dГa serГa manchada con sangre. O si Г©l mismo saldrГa herido.
Su ejГ©rcito de repente lanzГі un gran grito, mГЎs fuerte incluso que el ruido de los cascos de los caballos, al llegar a una curva y en el horizonte vieron por primera vez, la ciudad sitiada. El humo negro se elevaba en grandes nubes, y el ejГ©rcito de MacGil pateaba sus caballos, ganando velocidad. Thor, tambiГ©n pateГі su caballo con mГЎs fuerza, tratando de alcanzar a los demГЎs, mientras sacaban sus espadas, levantaban sus armas y se dirigГan a la ciudad, con intenciones letales.
El enorme ejГ©rcito se dividiГі en pequeГ±os grupos y en el grupo de Thor habГa diez soldados, miembros de La LegiГіn, sus amigos, y algunos otros que no conocГa. A la cabeza iba uno de los comandantes de mayor rango del ejГ©rcito del rey, un soldado a quienes los demГЎs llamaban Forg; un hombre alto y delgado, enjuto, cacarizo, de cabello canoso al rape, y ojos oscuros, huecos. El ejГ©rcito se dividiГі en pequeГ±os grupos y bifurcaron en todas direcciones.
"Este grupo, ВЎsГganme!", ordenГі, gesticulando con su personal para que Thor y los otros se desviaran y lo siguieran.
El grupo de Thor siguiГі las Гіrdenes y quedГі detrГЎs de Forg, desviГЎndose lo mГЎs lejos del ejГ©rcito principal. Thor mirГі hacia atrГЎs y notГі que su grupo se habГa separado mГЎs que la mayorГa; el ejГ©rcito estaba cada vez mГЎs distante, y cuando Thor se preguntaba a dГіnde estaban siendo llevados, Forg gritГі:
"ВЎNos posicionaremos en el flanco de McCloud!".
Thor y los otros intercambiaron una mirada nerviosa y emocionada mientras iban a la carga, desviГЎndose hasta que el ejГ©rcito principal ya no estaba a la vista.
Pronto estaban en un nuevo terreno, y la ciudad se perdiГі totalmente de vista. Thor estaba en guardia, pero no habГa rastro del ejГ©rcito de McCloud por ningГєn lado.
Finalmente, Forg detuvo su caballo ante una pequeГ±a colina, en una arboleda. Los otros se detuvieron detrГЎs de Г©l.
Thor y los demГЎs miraron a Forg, preguntГЎndose por quГ© se habГa detenido.
"Esa torre que ven, es nuestra misiГіn", explicГі Forg. "Ustedes todavГa son jГіvenes guerreros, asГ que queremos evitarles el fragor de la batalla. MantendrГЎn esta posiciГіn mientras nuestro ejГ©rcito principal barre la ciudad y confronta al ejГ©rcito de McCloud. Es improbable que algГєn soldado de McCloud venga aquГ, y estarГЎn mГЎs seguros. Tomen sus posiciones y permanezcan aquГ hasta que les digamos lo contrario. ВЎAndando!".
Forg pateГі su caballo y se dirigiГі hacia la colina; Thor y los demГЎs hicieron lo mismo, siguiГ©ndolo. El pequeГ±o grupo cabalgГі por las llanuras polvorientas, levantando una nube, sin nadie a la vista, hasta donde Thor podГa notar. Se sintiГі decepcionado al ser retirado de la acciГіn principal; Вїpor quГ© eran todos ellos tan protegidos?
Mientras mГЎs cabalgaban, Thor sentГa cada vez mГЎs que algo que no iba bien. Г‰l no sabГa cГіmo, pero su sexto sentido le decГa que algo andaba mal.
Mientras se acercaban a la colina, en cuya cima habГa una pequeГ±a y antigua torre – alta y delgada que parecГa abandonada – algo dentro de Thor le dijo que mirara detrГЎs de Г©l. Al hacerlo, vio a Forg. Thor se sorprendiГі al ver que Forg se habГa ido quedando detrГЎs del grupo, ganando cada vez mГЎs y mГЎs distancia, y mientras Thor miraba, Forg se dio vuelta, pateГі su caballo y sin previo aviso, galopГі hacia el otro lado.
Thor no comprendГa lo que estaba sucediendo. ВїPor quГ© Forg los habГa dejado de repente? Krohn, que estaba a su lado, se quejГі.
Mientras Thor comenzaba a digerir lo que estaba pasando, llegaron a la cima de la colina, a la antigua torre, esperando no ver nada mГЎs que un pГЎramo ante ellos.
Pero el pequeГ±o grupo de miembros de La LegiГіn hizo detener a sus caballos bruscamente. Se quedaron allГ, todos ellos, congelados al ver lo que estaba frente a ellos.
AllГ, frente a ellos, esperando, estaba todo el ejГ©rcito de McCloud.
HabГan sido llevados hacia una trampa.
CAPГЌTULO CUATRO
Gwendolyn se apresurГі a travГ©s de las callejuelas de la Corte del Rey; Akorth y Fulton llevaban cargando a Godfrey detrГЎs de ella, abriГ©ndose paso mientras cortaba camino entre la gente. Estaba decidida a llegar con la curandera tan pronto como fuera posible. Godfrey no podГa morir, no despuГ©s de todo lo que habГan pasado y ciertamente no de esta manera. Casi podГa ver la sonrisa autocomplaciente de Gareth al recibir la noticia de la muerte de Godfrey – y ella estaba decidida a cambiar el resultado. Ella sГіlo deseaba haberlo encontrado antes.
Cuando Gwen dio vuelta a la esquina y marchГі hacia la plaza de la ciudad, la multitud se hizo particularmente mГЎs grande y ella vio a Firth, aun colgando de una viga, con el nudo apretado alrededor de su cuello, colgando para que todos pudieran verlo. Instintivamente alejГі la mirada. Era un espectГЎculo horrible, un recordatorio de la maldad de su hermano. Ella sentГa que no podГa escapar de su alcance por donde volteara. Era extraГ±o pensar que justo el dГa anterior, ella habГa estado hablando con Firth – y ahora estaba aquГ colgado. Ella no pudo evitar sentir que la muerte la estaba acechando – y que tambiГ©n iba por ella.
Aunque Gwen querГa alejarse, elegir otro camino, sabГa que ir a travГ©s de la plaza era la manera mГЎs directa, y no se reducirГa por sus miedos; se obligГі a ella misma a pasar por la viga, donde estaba el cuerpo colgando. Al hacerlo, se sorprendiГі al ver al verdugo real, ataviado con tГєnicas negras, bloqueando su camino.
Al principio pensó que iba a matarla a ella también – hasta que él hizo una reverencia.
"Mi lady", dijo con humildad, bajando la cabeza en deferencia. "No nos han dado las Гіrdenes reales sobre quГ© hacer con el cadГЎver. No he recibido instrucciones acerca de darle un entierro apropiado o tirarlo en el cementerio de los pobres".
Gwen se detuvo, molesta de que esto cayera sobre sus hombros; Akorth y Fulton se detuvieron a su lado. MirГі hacia arriba, entrecerrado los ojos hacia el sol, mirando el cadГЎver colgando a pocos metros de ella, e iba a seguir adelante e ignorar al hombre, cuando algo se le ocurriГі. Ella querГa hacer justicia para su padre.
"MГ©tanlo en una fosa comГєn", dijo. "Sin marcar. Que no tenga un entierro de ritos especiales. Quiero que su nombre sea olvidado de los anales de la historia".
Г‰l inclinГі su cabeza en aceptaciГіn, y ella sintiГі una pequeГ±a sensaciГіn de justicia. DespuГ©s de todo, este hombre era quien en realidad habГa matado a su padre. Aunque odiaba las manifestaciones de violencia, no derramГі ni una lГЎgrima por Firth. Ella podГa sentir ahora el espГritu de su padre, mГЎs fuerte que nunca, y un sentido de paz viniendo de Г©l.
"Y una cosa mГЎs", aГ±adiГі, deteniendo al verdugo. "Baja el cadГЎver".
"ВїAhora, mi lady?", preguntГі el verdugo. "Pero el rey dio Гіrdenes de dejarlo colgando indefinidamente".
Gwen meneГі la cabeza.
"Ahora", repitiГі. "Г‰sas son tus nuevas Гіrdenes", mintiГі.
El verdugo se inclinГі y se apresurГі a bajar el cadГЎver.
Gwen tuvo otra pequeГ±a sensaciГіn de justicia. Ella no tenГa ninguna duda de que Gareth estaba verificando el cadГЎver de Firth desde su ventana durante todo el dГa – su retiro lo irritarГa, servirГa como un recordatorio de que las cosas no siempre irГan como lo planeaba.
Gwen ya se iba a ir cuando oyГі un chillido distintivo; se detuvo y se volviГі y arriba, encaramado en la viga, vio al HalcГіn Estopheles. Ella levantГі la mano a la altura de su ojo para protegerse del sol, tratando de asegurarse de que no estuviera viendo visiones. Estopheles hizo otro rechinido y abriГі sus alas, luego las cerrГі.
Gwen pudo sentir que el ave llevaba el espГritu de su padre. Su alma, tan inquieta, estaba un paso mГЎs hacia la paz.
Gwen pronto tuvo una idea; silbГі y tendiГі un brazo, y Estopheles volГі hacia abajo y aterrizГі en la muГ±eca de Gwen. El pГЎjaro pesaba mucho, y sus garras se clavaron en la piel de Gwen.
"Ve con Thor", susurrГі al pГЎjaro. "EncuГ©ntralo en el campo de batalla. ProtГ©gelo. ВЎANDA!", gritГі, levantando su brazo.
Ella mirГі como Estopheles batiГі sus alas y se elevГі, cada vez mГЎs y mГЎs alto en el cielo. Oraba para que eso funcionara. HabГa algo misterioso sobre ese pГЎjaro, especialmente su conexiГіn con Thor, y Gwen sabГa que todo era posible.
Gwen siguiГі adelante, apresurГЎndose a travГ©s de las calles serpenteantes hacia la casa de la curandera. Pasaron a travГ©s de varias puertas arqueadas hacia afuera de la ciudad, y ella caminГі lo mГЎs rГЎpido que pudo, orando para que Godfrey aguantara el tiempo suficiente para obtener ayuda.
El segundo sol se sumergiГі mГЎs bajo en el cielo mientras ellos subГan una pequeГ±a colina en las afueras de la Corte del Rey y la casa de la curandera aparecГa a la vista. Era una cabaГ±a sencilla, de una habitaciГіn, con sus paredes blancas de barro, con una pequeГ±a ventana a cada lado y una pequeГ±a puerta con arco de roble en el frente. Colgando de su techo habГa plantas de todos colores y variedades, enmarcando la cabaГ±a – que tambiГ©n estaba rodeada por un gran jardГn de hierbas, flores de muchos colores y tamaГ±os, haciendo que la cabaГ±a pareciera como si hubiera sido puesta en medio de un invernadero.
Gwen corriГі hacia la puerta y tocГі la aldaba varias veces. La puerta se abriГі y ante ella apareciГі el rostro asustado de la curandera.
Illepra. Ella habГa sido curandera de la familia real toda su vida, y habГa estado en la vida de Gwen desde que ella era niГ±a y empezГі a caminar. Sin embargo, Illepra se las arreglaba para verse joven – de hecho, apenas se veГa mayor que Gwen. Su piel brillaba, radiante, enmarcando sus ojos verdes, de mirada amable, y la hacГa parecer de no mГЎs de 18 aГ±os. Gwen sabГa que ella era mucho mayor, sabГa que su apariencia era engaГ±osa, y tambiГ©n sabГa que Illepra era una de las personas mГЎs inteligentes y mГЎs talentosas que habГa conocido en su vida.
Illepra cambiГі su mirada hacia Godfrey y se dio cuenta de la situaciГіn. Se dejГі de cumplidos y sus ojos se abrieron de par en par con preocupaciГіn, dГЎndose cuenta de la urgencia. CaminГі mГЎs allГЎ de Gwen y corriГі al lado de Godfrey, colocando una palma en la frente de Г©l. Ella frunciГі el ceГ±o.
"MГ©tanlo", ordenГі a los dos hombres, apresuradamente y "que sea rГЎpido".
Illepra volviГі adentro, abriendo la puerta mГЎs ampliamente, y ellos la siguieron, entrando apresuradamente en la cabaГ±a. Gwen tambiГ©n entrГі, agachГЎndose en la entrada baja y cerrГі la puerta detrГЎs de ellos.
HabГa poca luz, y le tomГі a sus ojos un momento para adaptarse; cuando eso sucediГі, ella vio la cabaГ±a exactamente como la recordaba cuando era niГ±a: pequeГ±a, iluminada, limpia y desbordante de plantas, hierbas y pociones de todo tipo.
"DГ©jenlo allГ", ordenГі Illepra a los hombres, con tal seriedad que Gwen nunca le habГa escuchado. "En esa cama, en la esquina. QuГtenle su camisa y sus zapatos. DespuГ©s, dГ©jennos solos".
Akorth y Fulton hicieron lo que se les ordenГі. Mientras salГan apresuramiento por la puerta, Gwen agarrГі del brazo a Akorth.
"Hagan guardia afuera", le ordenГі. "Quienquiera que haya ido tras Godfrey, podrГa intentarlo nuevamente. O venir tras de mГ".
Akorth asintiГі con la cabeza y Г©l y Fulton salieron, cerrando la puerta detrГЎs de ellos.
"ВїCuГЎnto tiempo lleva asГ?". Illepra preguntГі con rapidez, sin mirar a Gwen, mientras se arrodillaba al lado de Godfrey y comenzaba a sentir su pulso, su estГіmago, su garganta.
"Desde anoche", respondiГі a Gwen.
"ВЎAnoche!", Illepra repitiГі, sacudiendo su cabeza con preocupaciГіn. Lo examinГі por un largo tiempo en silencio; su expresiГіn era sombrГa.
"No está bien”, dijo ella, finalmente.
ColocГі su mano sobre su frente otra vez y cerrГі los ojos, respirando durante mucho tiempo. Un gran silencio impregnГі la sala, y Gwen estaba empezando a perder su sentido del tiempo.
"Es veneno", Illepra susurrГі finalmente, con los ojos todavГa cerrados, como si leyera su condiciГіn por Гіsmosis.
Gwen siempre se sentГa maravillada por la habilidad que tenГa ella; nunca se habГa equivocado en toda su vida. Y ella habГa salvado mГЎs vidas que las que el ejГ©rcito habГa tomado. Se preguntГі si era una habilidad que habГa aprendido o heredado; la madre de Illepra habГa sido curandera y tambiГ©n su abuela. Sin embargo, al mismo tiempo, Illepra habГa pasado cada minuto de su vida haciendo pociones y en las artes curativas.
"Es un veneno muy potente", aГ±adiГі Illepra, con mГЎs seguridad. "Es raro de encontrar. Es muy costoso. Quien estuviera tratando de matarlo, sabГa lo que estaba haciendo. Es increГble que no haya muerto. Г‰l debe ser mГЎs fuerte de lo que pensamos".
"Lo heredГі de mi padre", dijo Gwen. "TenГa la complexiГіn de un toro. Todos los reyes MacGil la tenГan".
Illepra cruzГі la sala y mezclГі varias hierbas en un bloque de madera, picando y moliendo y aГ±adiendo un lГquido al mismo tiempo. El producto final era un bГЎlsamo espeso, verde, y lo puso en su mano, se apresurГі a ir al lado de Godfrey y se lo aplicГі arriba y abajo de su garganta, debajo de sus brazos, en su frente. Cuando terminГі, cruzГі la habitaciГіn otra vez, tomГі un vaso y agregГі varios lГquidos, uno rojo, uno marrГіn y otro pГєrpura. Al mezclarse, la pociГіn silbaba y hacГa burbujas. Ella la moviГі con una cuchara larga de madera, y luego se apresurГі a ir con Godfrey y lo puso en sus labios.
Godfrey no se moviГі; Illepra puso la mano detrГЎs de su cabeza y lo levantГі y lo obligГі a beber el lГquido que estaba en su boca. La mayor parte cayГі al lado de sus mejillas, pero algo entrГі a su garganta.
Illepra secГі el lГquido de su boca y quijada, y finalmente se recostГі y suspirГі.
"ВїVa a vivir?", Gwen preguntГі, frenГ©tica.
"Es posible", dijo ella, sombrГa. "Le he dado todo lo que tengo, pero no serГЎ suficiente. Su vida estГЎ en manos del destino".
"ВїQuГ© puedo hacer?", preguntГі Gwen.
Ella se volviГі y mirГі a Gwen.
"Reza por Г©l. Sin duda, serГЎ una noche larga".
CAPГЌTULO CINCO
Kendrick nunca habГa apreciado lo que significaba la libertad – la verdadera libertad – hasta este dГa. El tiempo que habГa pasado encerrado en el calabozo habГa cambiado su opiniГіn sobre la vida. Ahora apreciaba cada pequeГ±a cosa – sentir el sol, el viento en su cabello, el simple hecho de estar fuera. Cabalgar un caballo, sentir la tierra por debajo de Г©l a toda velocidad, volver a ponerse la armadura, volver a tener su armamento y montar a caballo junto con sus hermanos de armas, lo hacГa sentir como si le hubieran lanzado de un caГ±Гіn, le hacГa sentir una imprudencia que nunca habГa experimentado antes.
Kendrick galopГі, agachГЎndose ante el viento, con su gran amigo Гntimo Atme a su lado, tan agradecido por la oportunidad de pelear con sus hermanos, por no perder esta batalla y con ganas de liberar a su ciudad de los McCloud – y a hacerles pagar por invadirlos. Cabalgaba con un deseo de que hubiera derramamiento de sangre, aunque mientras cabalgaba sabГa que el verdadero objetivo de su ira no eran los McCloud, sino su hermano Gareth. Nunca le perdonarГa haberlo encarcelado, haberlo acusado del asesinato de su padre, de habГ©rselo llevado delante de sus hombres – y por intentar ejecutarlo. Kendrick querГa vengarse de Gareth – pero puesto que no podГa hacerlo, al menos hoy no, se desquitarГa con los McCloud.
Sin embargo, cuando Kendrick regresara a la Corte del Rey, podrГa arreglar las cosas. HarГa todo lo que estuviera en sus manos para derrocar a su hermano y poner a su hermana Gwendolyn como nueva gobernante.
Ellos se acercaban a la ciudad saqueada y enormes nubes negras ondeantes se acercaban hacia ellos, llenando las fosas nasales de Kendrick con humo acre. Le dolГa ver una ciudad MacGil asГ. Si su padre siguiera vivo, esto nunca habrГa pasado; si Gareth no le hubiera precedido, esto tampoco habrГa ocurrido. Era una desgracia, una mancha en el honor de los MacGil y de Los Plateados. Kendrick orГі para que no fuera demasiado tarde para rescatar a esas personas, para que los McCloud no hubieran estado aquГ mucho tiempo, y para que no hubiera mucha gente herida o muerta.
PateГі su caballo con mГЎs fuerza, pasando por delante de los demГЎs, mientras cabalgaban, como un enjambre de abejas, hacia la puerta de entrada abierta a la ciudad. Irrumpieron en ella, Kendrick sacГі su espada, preparГЎndose para enfrentarse con una multitud de los McCloud, mientras entraban en la ciudad. DejГі salir un gran grito, igual que todos los hombres a su alrededor, preparГЎndose para el impacto.
Pero cuando pasГі por la puerta hacia la polvorienta plaza de la ciudad, estaba perplejo por lo que vio: nada. Todo a su alrededor tenГa los indicios de una invasiГіn – destrucciГіn, incendios, casas saqueadas, cadГЎveres amontonados, mujeres arrastrГЎndose. HabГa animales muertos, sangre en las paredes. HabГa sido una masacre. Los McCloud habГan arrasado con esta gente inocente. La sola idea hizo que Kendrick sintiera nГЎuseas. Eran unos cobardes.
Pero lo que impresionГі a Kendrick mientras cabalgaba, era que los McCloud no estaban a la vista. No podГa entenderlo. Fue como si todo el ejГ©rcito se hubiera ido deliberadamente, como si hubiesen sabido que ellos iban a llegar. TodavГa habГa incendios activos, y estaba claro que habГan sido encendidos con un propГіsito.
Kendrick empezaba a entender que todo esto era un seГ±uelo. Que los McCloud habГan querido atraer el ejГ©rcito MacGil a este lugar.
ВїPero por quГ©?
Kendrick repentinamente girГі, mirГі a su alrededor, desesperado por ver si faltaba alguno de sus hombres, si algГєn contingente habГa sido atraГdo hacia otro lugar. Su mente estaba inundada con un nuevo sentimiento, con la sensaciГіn de que todo esto habГa sido arreglado para cercar a un grupo de sus hombres, para tenderles una emboscada. BuscГі por todas partes, preguntГЎndose quiГ©n faltaba.
Y entonces se dio cuenta. Faltaba una persona. Su escudero.
Thor.
CAPГЌTULO SEIS
Thor montaba su caballo, en la cima de la colina, con el grupo de miembros de La LegiГіn y Krohn junto a Г©l y mirГі la sorprendente vista delante de Г©l: hasta donde alcanzaba la vista, habГa tropas de los McCloud, sentados a caballo, era un ejГ©rcito enorme y extenso, que les esperaba. Les habГan tendido una trampa. Forg debe haberlos llevado ahГ a propГіsito, debe haberlos traicionado. ВїPero por quГ©?
Thor tragГі saliva, mirando a lo que parecГa ser una muerte segura.
Un gran grito de batalla se escuchГі, mientras el ejГ©rcito de los McCloud iba hacia ellos de repente. Estaban a unos cientos de metros de distancia y se acercaban rГЎpidamente. Thor mirГі sobre su hombro, pero no habГa refuerzos hasta donde podГa ver. Estaban completamente solos.
Thor sabГa que no tenГan otra opciГіn sino dar la Гєltima batalla en esta pequeГ±a colina, junto a esta torre abandonada. Las probabilidades eran imposibles, y no habГa manera de que pudieran ganar. Pero si iba a caer, lo harГa con valentГa y los enfrentarГa como un hombre. La LegiГіn le habГa enseГ±ado eso. Huir no era una opciГіn; Thor se preparГі para enfrentar su muerte.
Thor se volviГі y mirГі los rostros de sus amigos, y pudo notar tambiГ©n, que estaban pГЎlidos de miedo; vio a la muerte en sus miradas. Pero a su favor, todos permanecieron valientes. Ninguno de ellos se estremeciГі, aunque sus caballos hicieron cabriolas, ni se movieron para girar y huir. Ahora, La LegiГіn era una unidad. Eran mГЎs que amigos: Los Cien les habГan forjado como un equipo de hermanos. Ninguno de ellos dejarГa al otro. Todos habГan hecho una promesa, y su honor estaba en juego. Y para La LegiГіn, el honor era mГЎs sagrado que la sangre.
"SeГ±ores, creo que tenemos una lucha ante nosotros", anunciГі Reece lentamente, mientras estiraba la mano y sacaba su espada.
Thor se agachГі y sacГі su honda, queriendo tomar todo lo que pudiera, antes de que ellos llegaran. O'Connor sacГі su lanza corta, mientras que Elden izaba su jabalina; Conval levantГі un martillo para lanzar y Conven un pico para lanzar. Los otros chicos de La LegiГіn que iban con ellos, los que Thor no conocГa, sacaron sus espadas y sus escudos. Thor podГa sentir el miedo en el aire, y Г©l tambiГ©n lo sintiГі a medida que crecГa el estruendo de los caballos, mientras el sonido de los gritos de los McCloud llegaba a los cielos, sonando como el estallido de un trueno a punto de caerles encima. Thor sabГa que ellos necesitaban una estrategia – pero no sabГa cuГЎl.
Al lado de Thor, Krohn gruГ±Гі. Thor se inspirГі en la intrepidez de Krohn: nunca gimiГі ni mirГі hacia atrГЎs. De hecho, los pelos se levantaron en su espalda y caminГі lentamente hacia adelante, como si fuera a reunirse Г©l solo, con el ejГ©rcito. Thor sabГa que en Krohn habГa encontrado a un verdadero compaГ±ero de batalla.
"ВїCrees que los demГЎs nos servirГЎn de refuerzo?", preguntГі O'Connor.
"No a tiempo”, respondió Elden. "Forg nos tendió una trampa".
"ВїPero por quГ©?", preguntГі Reece.
"No sé", contestó Thor, avanzando en su caballo, "pero tengo el presentimiento de que tiene algo que ver conmigo. Creo que alguien me quiere muerto”.
Thor sintiГі que los demГЎs se daban la vuelta para mirarlo.
"ВїPor quГ©?", preguntГі Reece.
Thor se encogiГі de hombros. No lo sabГa, pero sospechaba que tenГa que ver con todas las intrigas en la Corte del Rey, tenГa que ver con el asesinato de MacGil. Lo mГЎs probable es que fuera Gareth. Tal vez Г©l veГa a Thor como una amenaza.
Thor se sentГa muy mal por haber puesto en peligro a sus hermanos de armas, pero no habГa nada que pudiera hacer ahora. Todo lo que podГa hacer era tratar de defenderlos.
Thor ya habГa tenido suficiente. Г‰l gritГі y pateГі su caballo y saliГі galopando hacia el frente, cabalgando antes que los demГЎs. No esperarГa aquГ para encontrarse con ese ejГ©rcito, para encontrarse con su muerte. Г‰l darГa los primeros golpes, tal vez incluso desviarГa a algunos de sus hermanos de armas y les darГa la oportunidad de huir, si asГ lo decidieran. Si iba a encontrarse con la muerte, lo harГa sin temor, con honor.
Temblando por dentro pero negГЎndose a mostrarlo, Thor galopГі mГЎs y mГЎs lejos de los demГЎs, cabalgando por la colina hacia el ejГ©rcito que venГa avanzando. Junto a Г©l, Krohn corriГі, sin perder el ritmo.
Thor escuchГі un grito, mientras que detrГЎs de Г©l, sus compaГ±eros de La LegiГіn corrГan para alcanzarlo. Estaban apenas a dieciocho metros de distancia, y galopaban detrГЎs de Г©l, levantando un grito de guerra. Thor se mantuvo al frente, sin embargo, se sentГa bien poder contar con su apoyo detrГЎs de Г©l.
Ante Thor estallГі un contingente de guerreros del ejГ©rcito de McCloud, dirigiГ©ndose hacia adelante para encontrarse con Thor, tal vez eran cincuenta hombres. Iban noventa metros adelante y acercГЎndose rГЎpidamente, y Thor sacГі su honda, le puso una piedra, apuntГі y la lanzГі. Su objetivo a principal era el guerrero lГder, un hombre robusto, con un peto de plata, y su tino fue perfecto. Le pegГі al hombre en la base de la garganta, entre las placas de la armadura, y el hombre cayГі de su caballo, aterrizando en la tierra, antes que los demГЎs.
Al caer, su caballo aterrizГі junto con Г©l, y la docena de caballos que iban detrГЎs de ellos se amontonaron, lanzando a sus soldados al suelo, boca abajo.
Antes de que pudieran reaccionar, Thor colocГі otra piedra, jalГі la cuerda hacia atrГЎs y la lanzГі. Otra vez, su tino fue preciso, y golpeГі a uno de los guerreros lГderes en la sien, en el lugar expuesto de su carГЎtula frontal levantada y lo tirГі a un costado de su caballo, hacia otros guerreros, llevГЎndolos hacia abajo como fichas de dominГі.
Mientras Thor galopaba, una jabalina volГі cerca de su cabeza, y luego una lanza, luego un martillo y un pico y Г©l sabГa que lo estaban apoyando sus hermanos de La LegiГіn. Su punterГa tambiГ©n era acertada, y sus armas derribaron a los soldados de McCloud con mortal precisiГіn; varios de ellos cayeron de los caballos y chocaron contra otros que cayeron con ellos.
Thor estaba eufГіrico al ver que ellos ya habГan logrado derribar a docenas de soldados McCloud, algunos de ellos con impactos directos, pero la mayorГa habГa sido por la caГda de los caballos. El contingente de avanzada de cincuenta hombres ahora estaba en el suelo, tirados en grandes montones de polvo.
Pero el ejГ©rcito McCloud era fuerte, y ahora era su turno para contraatacar. Cuando Thor estuvo a veintisiete metros de ellos, varios le lanzaron armas. Un martillo fue hacia su rostro, y Thor se agachГі en el Гєltimo momento; el hierro zumbaba por su oreja, fallando por dos centГmetros. Una lanza saliГі volando hacia Г©l, tan rГЎpidamente como se agachГі al otro lado, mientras la punta rozaba la parte exterior de su armadura, afortunadamente, fallando. Un pico volГі hacia su cara, y Thor levantГі su escudo y lo bloqueГі. Se quedГі pegado a su escudo, y Thor estirГі la mano, lo quitГі y lo lanzГі de regreso a su atacante. La punterГa de Thor era buena, y se alojГі en el pecho del hombre, perforando su cota de malla; con un grito, el hombre se desplomГі sobre su caballo, muerto.
Thor se mantuvo a la carga. Fue a atacar al grueso del ejГ©rcito, en un mar de soldados, preparado para encontrar su muerte. Г‰l gritГі y levantГі su espada, lanzando un gran grito de batalla; detrГЎs de Г©l, sus hermanos de armas tambiГ©n lo hicieron.
Con un gran choque de armas, hubo un impacto. Un enorme guerrero adulto fue a atacarlo, levantГі un hacha con las dos manos y la dirigiГі hacia la cabeza de Thor. Thor se agachГі, la cuchilla se balanceaba cerca de su cabeza y le cortГі el estГіmago al soldado mientras Г©l pasaba; el hombre gritГі y se desplomГі sobre su caballo. Al caer tirГі su hacha de batalla, y saliГі volando hacia el caballo de McCloud, que relinchГі e hizo cabriolas, lanzando a su jinete hacia varios otros.
Thor se mantuvo a la carga, entre el grueso de los guerreros de McCloud, cientos de ellos, abriГ©ndose paso a travГ©s de ellos, mientras uno tras otro se balanceaba con sus espadas, hachas, mazas, y Г©l los bloqueaba con su escudo o los esquivaba, cortando tambiГ©n, agachГЎndose y zigzagueando, galopando. Г‰l era muy rГЎpido, muy ГЎgil para ellos, y no se lo esperaban. Siendo un gran ejГ©rcito, ellos no podrГan maniobrar lo suficientemente rГЎpido como para detenerlo.
Hubo un gran choque de metal alrededor de Г©l, mientras los golpes le llegaban de todas direcciones. BloqueГі a uno tras otro con su escudo y espada. Pero no podГa evitarlos todos. Un corte de espada rozГі su hombro, y Г©l gritГі de dolor mientras salГa sangre. Afortunadamente la herida fue superficial y no evitГі que combatiera. ContinuГі contraatacando.
Thor, luchando con las dos manos, fue rodeado por guerreros McCloud, y pronto los golpes comenzaron, mientras los otros miembros de La LegiГіn se unГan a la manada. El sonido metГЎlico fue mayor, mientras los hombres de McCloud luchaban contra los chicos de La LegiГіn, las espadas golpeaban los escudos, las lanzas caГan en los caballos, las jabalinas entraban en las armaduras, los hombres luchaban en todas direcciones. Se escucharon gritos de ambos lados.
La LegiГіn tenГa una ventaja al ser una fuerza armada pequeГ±a y ГЎgil, eran diez en medio de un ejГ©rcito enorme y de lento movimiento. HabГa un cuello de botella, y no todos los guerreros McCloud podrГan llegar a ellos a la vez; Thor se encontrГі peleando con dos o tres hombres a la vez, pero no mГЎs. Y sus hermanos que iban atrГЎs, impedГan que fuera atacado por la espalda.
Un guerrero tomГі a Thor desprevenido y lanzГі su mayal hacia la cabeza de Thor; Krohn gruГ±Гі y se abalanzГі. Krohn saltГі alto en el aire y atenazГі su muГ±eca; la arrancГі, la sangre brotГі por todos lados, obligando al soldado a cambiar de direcciГіn antes de que el mayal se impactara en el crГЎneo de Thor.
Era algo nebuloso mientras Thor luchaba y atacaba y esquivaba en todas direcciones, utilizando hasta la Гєltima gota de su habilidad para defender, atacar y cuidar a sus hermanos y protegerse a sГ mismo. Instintivamente convocГі sus interminables dГas de entrenamiento, de ser atacado desde todos los lados, en todo tipo de situaciones. En algunas formas, parecГa natural para Г©l. Lo habГan entrenado bien, y se sentГa capaz de manejar esto. Su temor siempre estaba allГ, pero se sentГa capaz de controlarlo.
Mientras Thor luchaba y luchaba, sus brazos se hacГan mГЎs pesados, sus hombros se cansaban, las palabras de Kolk sonaron en sus oГdos:
Sus enemigos nunca lucharГЎn segГєn los tГ©rminos de ustedes. LucharГЎn segГєn los de ellos. La guerra para ustedes significa la guerra para otra persona.
Thor vio a un guerrero bajito, fornido, subir una cadena con pinchos con ambas manos y balancearla hacia la parte posterior de la cabeza de Reece. Reece no la vio venir; en un momento Г©l estarГa muerto.
Thor bajó de su caballo, saltando en el aire y derribó al guerrero antes de que lanzara la cadena. Los dos salieron volando de los caballos y aterrizaron con fuerza sobre el suelo en una nube de polvo; Thor rodó y rodó, sin aliento, mientras los caballos pateaban a su alrededor. Luchó con el guerrero en el suelo, y cuando el hombre levantó sus pulgares para arrancar los ojos de Thor, Thor de pronto oyó un chillido – y vio a Estopheles bajar en picada y agarró los ojos del hombre justo antes de que él pudiera lastimar a Thor. El hombre gritó, agarrando sus ojos, y Thor le dio un fuerte codazo y lo derribó.
Antes de que Thor tuviera la oportunidad de deleitarse con su victoria, sintiГі que lo pateaban con fuerza en el estГіmago, derribГЎndole de espaldas. MirГі hacia arriba para ver a un guerrero levantar un martillo de guerra con las dos manos y bajarlo hacia su pecho.
Thor rodГі, y el martillo pasГі zumbando cerca de Г©l, hundiГ©ndose en la tierra hasta la empuГ±adura. Se dio cuenta de que pudo haberlo aplastado hasta morir.
Krohn se abalanzГі sobre el hombre, saltando hacia adelante y hundiendo sus colmillos en el codo del hombre; el soldado estirГі la mano y golpeГі a Krohn, una y otra vez. Pero Krohn no lo soltaba, gruГ±Гa, hasta que finalmente le arrancГі el brazo al hombre. El soldado gritГі y cayГі al suelo.
Un soldado se adelantГі y bajГі su espada hacia Krohn; pero Thor rodГі con su escudo y bloqueГі el golpe; todo su cuerpo temblaba con el sonido metГЎlico, salvando la vida de Krohn. Pero cuando Thor se arrodillГі allГ, quedГі expuesto, y otro guerrero se dirigiГі hacia Г©l con su caballo, pisoteГЎndolo, derribГЎndole boca abajo; sintiendo que los cascos del caballo aplastaban todos los huesos de su cuerpo.
Varios soldados McCloud bajaron de un salto y rodearon a Thor, acercГЎndose a Г©l.
Thor se dio cuenta de que estaba en un mal lugar; darГa cualquier cosa por estar de nuevo en su caballo. YacГa en el suelo, su cabeza sonaba de dolor, por el rabillo del ojo vio a los otros miembros de La LegiГіn peleando y perdiendo terreno. Uno de los chicos de La LegiГіn que no reconociГі soltГі un grito agudo, y Thor vio como una espada perforaba su pecho y se desplomaba, muerto.
Otro miembro de La LegiГіn que Thor no conocГa fue en su ayuda, matando a su atacante empujando su lanza – pero al mismo tiempo, un McCloud le atacГі por detrГЎs, metiendo una daga en su cuello. El chico gritГі y cayГі de su caballo, muerto.
Thor se volviГі y vio a media docena de soldados echГЎndosele encima. Uno levantГі una espada y la bajГі hacia su rostro, y Thor subiГі la mano y la bloqueГі con su escudo, el sonido metГЎlico resonГі en sus oГdos. Pero otro levantГі su bota y quitГі de una patada el escudo de Thor de su mano.
Un tercer atacante pisГі la muГ±eca de Thor, fijГЎndola en el suelo.
Un cuarto atacante se adelantГі y levantГі una lanza, preparГЎndose para meterla en el pecho de Thor.
Thor escuchГі un gran alarido y Krohn saltГі sobre el soldado, haciГ©ndolo retroceder y acorralГЎndolo. Pero un soldado dio un paso adelante con un garrote, directo hacia Krohn, pegГЎndole tan duro que Krohn tropezГі, dando un aullido y aterrizГі sobre su espalda, dГ©bil.
Otro soldado dio un paso adelante, parГЎndose junto a Thor y levantГі un tridente. Г‰l frunciГі el ceГ±o y esta vez no habГa nadie que lo detuviera. Se preparГі para bajarlo hacia la cara de Thor, y mientras Thor permanecГa ahГ tirado, indefenso, no pudo evitar sentir que habГa llegado su fin.
CAPГЌTULO SIETE
Gwen se arrodillГі al lado de Godfrey en la cabaГ±a claustrofГіbica, Illepra a su lado y ya no podГa soportarlo. Ella habГa estado escuchando los gemidos de su hermano durante horas, viendo que la cara de Illepra era cada vez mГЎs sombrГa, y parecГa seguro que iba a morir. Se sentГa tan impotente, sentada ahГ. SentГa que tenГa que hacer algo. Lo que fuera.
No sГіlo se sentГa trasegada por la culpa y preocupaciГіn por Godfrey – sino que tambiГ©n por Thor. Ella no podrГa sacar de su mente la imagen de Г©l yendo a la batalla, enviado por Gareth a una trampa, a punto de morir. Ella sentГa que tambiГ©n debГa ayudar a Thor, de alguna manera. Se estaba volviendo loca ahГ sentada.
Gwen se levantГі de repente y se apresurГі a travГ©s de la cabaГ±a.
"ВїAdГіnde va?", preguntГі Illepra, con la voz ronca de tanto cantar oraciones.
Gwen volteГі a verla.
"RegresarГ©", dijo. "Hay algo que tengo que intentar".
AbriГі la puerta y saliГі corriendo, hacia el aire del atardecer y parpadeГі ante esa vista: el cielo estaba rayado con rojos y pГєrpuras; el segundo sol estaba como en una bola verde en el horizonte. Akorth y Fulton, a su favor, todavГa estaban ahГ parados, en guardia – se levantaron de un salto y la miraron con preocupaciГіn en sus rostros.
"ВїVa a vivir?", preguntГі Akorth.
"No sГ©", dijo Gwen. "QuГ©dense aquГ. Hagan guardia".
"ВїAdГіnde va?", preguntГі Fulton.
Se le habГa ocurrido una idea mientras veГa el cielo rojo intenso; sintiГі algo mГstico en el aire. HabГa un hombre que podrГa ayudarla.
Argon.
Si habГa una persona en quien Gwen podГa confiar, una persona que amaba a Thor y que habГa permanecido leal a su padre, una persona que tenГa el poder de ayudarla de alguna manera, era Г©l.
"Tengo que buscar a alguien especial", dijo ella.
Ella se volviГі y se fue apresuradamente a travГ©s de las llanuras, trotando, corriendo, recorriendo el camino que la llevarГa a la cabaГ±a de Argon.
Ella no habГa estado ahГ en aГ±os, desde que era una niГ±a, pero recordГі que viviГі en las planicies desoladas, escarpadas. Ella corriГі y corriГі, apenas recuperando el aliento mientras el terreno se hacГa mГЎs desolado, mГЎs ventoso, dando paso a los guijarros, luego a las rocas. El viento aullaba, y mientras se iba, el paisaje se volviГі inquietante; sentГa como si estuviera caminando sobre la superficie de una estrella.
Finalmente llegГі a casa de Argon, sin aliento y tocГі a la puerta. No habГa ningГєn picaporte que pudiera utilizar, pero ella sabГa que Г©ste era el lugar.
"ВЎArgon!", gritГі ella. "ВЎSoy yo! ВЎLa hija de MacGil! ВЎDГ©jame entrar! Te lo ordeno".
Ella tocaba y tocaba, pero la Гєnica respuesta que recibiГі fue el aullido del viento.
Finalmente, rompiГі en llanto, exhausta, sintiГ©ndose mГЎs impotente que nunca. Se sintiГі hueca, como si ya no tuviera ningГєn lugar a dГіnde ir.
Mientras el sol se hundГa mГЎs en el cielo, su color rojo intenso daba paso al crepГєsculo, Gwen se dio vuelta y comenzГі a caminar de regreso por la colina. BorrГі las lГЎgrimas de su rostro mientras caminaba, desesperada por averiguar a dГіnde ir despuГ©s.
"Por favor, padre", dijo en voz alta, cerrando los ojos. "Dame una seГ±al. Dime a dГіnde ir. Dime quГ© hacer. Por favor, no permitas que tu hijo muera en este dГa. Y por favor, no permitas que Thor muera. Si me amas, respГіndeme".
Gwen caminГі en silencio, escuchando al viento, cuando de repente, tuvo un destello de inspiraciГіn.
El lago. El Lago de las Tristezas.
Claro. El lago era donde todo el mundo iba a orar por alguien que estaba mortalmente enfermo. Era un lago prГstino, pequeГ±o, a mitad del Bosque Rojo, rodeado de ГЎrboles imponentes que llegaban hasta el cielo. Era considerado un lugar sagrado.
Gracias padre, por contestarme, pensГі Gwen.
SintiГі que ahora Г©l estaba con ella, mГЎs que nunca y corriГі a toda velocidad hacia el Bosque Rojo, hacia el lago que escucharГa sus penas.
*
Gwen se arrodillГі en la orilla del Lago de las Tristezas, sus rodillas descansaban sobre el suave pino rojo que recubrГa el agua como un anillo, y mirГі al agua quieta, al agua mГЎs tranquila que habГa visto, que reflejaba la luna creciente. HabГa una luna llena, brillante, la mГЎs llena que jamГЎs habГa visto, y mientras aГєn se estaba poniendo el segundo sol, la luna estaba saliendo, fundiendo la puesta del sol y de la luna sobre el Anillo. El sol y la luna se reflejaban juntos, uno frente a la otra, en el lago, y sintiГі lo mГЎs sagrado de esta hora del dГa. Era la ventana entre el cierre de un dГa y el comienzo de otro, y en este momento sagrado y en este lugar sagrado, todo era posible.
Gwen se arrodillГі allГ, llorando y rezando con toda su alma. Los acontecimientos de los Гєltimos dГas habГan sido demasiado para ella, y se desahogГі totalmente. Oraba por su hermano, pero mГЎs aГєn por Thor. Ella no podГa soportar la idea de perderlos a ambos en esta noche, de no tener a nadie con ella sino a Gareth. No podГa soportar la idea de ser enviada a desposarse con algГєn bГЎrbaro. SintiГі que su vida se derrumba a su alrededor, y necesitaba respuestas. MГЎs aГєn, necesitaba esperanza.
HabГa mucha gente en su reino que oraba al Dios de los Lagos, o al Dios de los Bosques, o al Dios de las MontaГ±as, o al Dios del Viento – pero Gwen nunca creyГі en ninguno de ellos. Ella, como Thor, era una de las pocas personas que estaban contra el grano de fe en su reino y siguieron el camino radical de creer en un Dios, un ser que controla todo el universo. Era a este Dios al que rezaba.
Por favor Dios, orГі. DevuГ©lveme a Thor. Deja que estГ© a salvo en la batalla. DГ©jalo escapar de la emboscada. Por favor, deja que Godfrey viva. Y por favor, protГ©geme – no dejes que me lleven lejos de aquГ, para casarme con ese salvaje. HarГ© lo que sea. Solo dame una seГ±al. MuГ©strame lo que quieres de mГ.
Gwen se arrodillГі allГ por largo tiempo, sin escuchar nada mГЎs que el aullido del viento corriendo por los pinos infinitamente altos del Bosque Rojo; ella escuchaba cГіmo se agrietaban suavemente las ramas, mientras se mecГan sobre su cabeza y sus agujas caГan en el agua.
"Ten cuidado con lo que pides en oraciГіn", se escuchГі una voz.
Ella girГі, encogiГ©ndose de dolor y se sorprendiГі al ver a alguien ahГ parado, no lejos de ella. Ella habrГa tenido miedo, pero inmediatamente reconociГі la voz – una voz antigua, mayor que los ГЎrboles, mГЎs vieja que la tierra misma y su corazГіn se emocionГі al darse cuenta de quiГ©n era.
Ella se volviГі y lo vio ahГ parado, vestido con su manto blanco y capucha, con los ojos translГєcidos, ardiendo a travГ©s de ella como si estuviera mirando su alma. SostenГa su vara, encendida en la puesta del sol y la luz de la luna.
Argon.
Ella se levantГі y lo enfrentГі.
"Te busquГ©", dijo ella. "Fui a tu casa de campo. ВїMe escuchaste tocar?".
"Escucho todo", respondiГі enigmГЎticamente.
Ella hizo una pausa, perpleja. Era inexpresivo.
"Dime lo que tengo que hacer", dijo ella. "HarГ© lo que sea. Por favor, no permitas que Thor muera. ВЎNo puedes dejarlo morir!".
Gwen dio un paso adelante y lo sujetГі de la muГ±eca, suplicando. Pero cuando lo tocГі, se quemГі con un calor ardiente, viajando a travГ©s de su muГ±eca y sus manos, y se retirГі, abrumada por la energГa.
Argon suspirГі, se alejГі de ella y dio varios pasos hacia el lago. Г‰l se quedГі allГ parado, mirando el agua; sus ojos se reflejaban en la luz.
Ella se acercГі a Г©l y se quedГі allГ en silencio, no supo cuГЎnto tiempo, esperando a que estuviera listo para hablar.
"No es imposible cambiar el destino", dijo Г©l. "Pero impone un precio muy alto al demandante. Quieres salvar una vida. Es una noble tarea. Pero no puedes salvar dos vidas. TendrГЎs que elegir".
Se volviГі y la enfrentГі.
"ВїDejarГas vivo a Thor esta noche, o a tu hermano? Uno de ellos debe morir. EstГЎ escrito".
Gwen se horrorizГі con la pregunta.
"ВїQuГ© tipo de elecciГіn es esa?", preguntГі ella. "Al salvar a uno, condeno al otro".
"No es asГ", respondiГі Г©l. "Ambos deberГan morir. Lo siento. Pero ese es su destino".
Gwen sentГa como si una daga hubiera sido sumida en su estГіmago. ВїLos dos estГЎn destinados a morir? Era horrible imaginarlo. ВїEl destino podrГa ser asГ de cruel?
"No puedo elegir a uno de los dos", dijo ella, finalmente, con la voz quebrada. "Mi amor por Thor es mГЎs fuerte, por supuesto. Pero Godfrey es de mi sangre. No puedo soportar la idea de que uno muera a expensas del otro. Y no creo que ninguno de los dos querrГa eso".
"Entonces morirГЎn los dos", respondiГі Argon.
Gwen se sintiГі llena de pГЎnico.
"ВЎEspera!", gritГі ella, cuando Г©l empezГі a alejarse.
Г‰l se volviГі y la mirГі.
"ВїY quГ© hay de mГ?", preguntГі ella. "ВїY si debo morir en su lugar? ВїEs posible? ВїPueden vivir los dos y que yo muera?".
Argon la mirГі fijamente durante mucho tiempo, como viendo su esencia.
"Tu corazГіn es puro", dijo Г©l. "TГє eres la de corazГіn mГЎs puro de todos los MacGil. Tu padre eligiГі sabiamente. SГ, lo hizo…"
La voz de Argon se arrastraba, mientras continuaba mirГЎndola a los ojos. Gwen se sentГa incГіmoda, pero no se atrevГa a desviar la mirada.
"Debido a tu elecciГіn, gracias a tu sacrificio de esta noche", dijo Argon, "el destino te ha escuchado. Thor serГa salvado esta noche. Y tambiГ©n tu hermano. TГє tambiГ©n vivirГЎs. Pero deben quitarte un pequeГ±o trozo de tu vida. Recuerda, siempre hay un precio que pagar. TendrГЎs una muerte parcial a cambio de esas dos vidas".
"ВїQuГ© significa eso?", preguntГі ella, aterrada.
"Todo tiene un precio", respondiГі Г©l. "Tienes una opciГіn. ВїPrefieres no pagarlo?".
Gwen se preparГі.
"HarГ© cualquier cosa por Thor", dijo ella. "Y por mi familia".
Argon la mirГі detenidamente.
"Thor tiene un destino muy grande", dijo Argon. "Pero el destino puede cambiar. Nuestro destino está en nuestras estrellas. Pero también es controlado por Dios. Dios puede cambiar el destino. Thor estaba destinado a morir esta noche. Él va a vivir solo por ti. Vas a pagar ese precio. Y el costo será alto“.
Gwen querГa saber mГЎs, y alargГі la mano hacia Argon, pero al hacerlo, de repente, una luz brillГі ante ella, y Argon desapareciГі.
Gwen se dio la vuelta, buscГЎndolo en todas direcciones, pero no estaba en ninguna parte.
Finalmente se dio vuelta y mirГі al lago, tan sereno, como si nada hubiera pasado aquГ esta noche. Ella vio su reflejo, y se veГa tan lejos. Estaba llena de gratitud y, finalmente, con una sensaciГіn de paz. Pero no pudo evitar tambiГ©n tener un sentimiento de temor por su propio futuro. Aunque intentГі sacarlo de su mente, no podГa dejar de preguntarse: ВїquГ© precio tendrГa que pagar por la vida de Thor?
CAPГЌTULO OCHO
Thor estaba en el suelo, en medio del campo de batalla, inmovilizado por los soldados de McCloud, indefenso, escuchando el ruido de la batalla, los gritos de los caballos, de hombres muriendo alrededor de Г©l. La puesta de sol y la luna ascendente – una luna llena, como nunca la habГa visto – repentinamente fueron bloqueados por un soldado enorme, que dio un paso adelante, levantГі su tridente y se preparГі para bajarlo. Thor sabГa que habГa llegado su momento.
Thor cerrГі los ojos, preparГЎndose para la muerte. No sentГa miedo. SГіlo remordimiento. QuerГa mГЎs tiempo para estar vivo; querГa descubrir quiГ©n era, cuГЎl era su destino y sobre todo, querГa mГЎs tiempo con Gwen.
Thor sintiГі que no era justo morir asГ. No aquГ. No de esta manera. No en este dГa. TodavГa no era su tiempo. PodГa sentirlo. TodavГa no estaba preparado.
Thor de repente sintiГі que algo se elevaba dentro de Г©l: era una ferocidad, una fuerza como nunca habГa conocido. Todo su cuerpo se estremeciГі y se puso caliente cuando tuvo una nueva sensaciГіn, desde las plantas de sus pies, a travГ©s de sus piernas, por su torso, y a travГ©s de sus brazos, hasta que sus dedos ardГan con una energГa que apenas entendГa. Thor se sorprendiГі al dejar salir un feroz rugido, como un dragГіn surgiendo de las profundidades de la tierra.
Thor sintiГі la fuerza de diez hombres a travГ©s de Г©l cuando soltГі la sujeciГіn del soldado y se puso de pie de un salto. Antes de que el soldado pudiera tirar el tridente, Thor dio un paso adelante, lo agarrГі de su casco y le dio un cabezazo, rompiГ©ndole la nariz en dos; luego lo pateГі tan duro que lo hizo ir hacia atrГЎs, como una bala de caГ±Гіn, derribando a diez hombres.
Thor hizo un chillido con una rabia reciГ©n descubierta, mientras agarraba a un soldado, le levantГі la cabeza y lo lanzГі a la multitud, derribando una docena de soldados como bolos. Entonces Thor estirГі la mano y arrebatГі un mayal con una cadena de tres metros de las manos de un soldado y la hizo girar por arriba de su cabeza, una y otra vez, hasta que los gritos se elevaron a su alrededor, derribando a todos los soldados dentro de un radio de tres metros; a docenas de ellos.
Thor sentГa que su poder continuaba surgiendo, y lo dejГі asumir el control. Mientras varios hombres mГЎs lo atacaban, Г©l extendiГі una mano y se sorprendiГі al sentir un cosquilleo y luego vio una niebla frГa emanar de Г©l. Sus atacantes se detuvieron de repente, cubiertos por un manto de hielo. Se quedaron congelados en el lugar, como bloques de hielo.
Thor volteГі las palmas de sus manos en cada direcciГіn, y por todas partes los hombres quedaron congelados; parecГa como si hubieran bajado bloques de hielo en todo el campo de batalla.
Thor se dirigiГі a sus hermanos de armas y vio a varios soldados a punto de lanzar golpes fatales sobre Reece, O'Connor, Elden y los gemelos. LevantГі una mano en cada direcciГіn y congelГі a los atacantes, salvando a sus hermanos de una muerte instantГЎnea. Se volvieron y lo miraron con alivio y gratitud en sus ojos.
El ejГ©rcito de McCloud comenzГі a notarlo y fue cauteloso al acercarse a Thor. Empezaron a crear un perГmetro de seguridad alrededor de Г©l, todos estos guerreros temerosos de llegar demasiado cerca ya que vieron docenas de sus camaradas congelados en su lugar en el campo de batalla.
Pero entonces hubo un rugido y un hombre se adelantГі, cinco veces del tamaГ±o de los demГЎs. Debe haber medido cuatro metros de altura, y llevaba una espada tan grande como Thor jamГЎs habГa visto. Thor levantГі una mano para congelarlo – pero no funcionГі contra este hombre. Г‰l simplemente alejГі la energГa como si se tratara de un insecto molesto, y continuГі yendo hacia Thor. Thor estaba empezando a darse cuenta de que su poder era imperfecto; estaba sorprendido y no entendГa por quГ© no era lo suficientemente fuerte para detener a ese hombre.
El gigante llegГі a Thor en tres pasos largos, sorprendiendo a Thor con su velocidad y entonces le dio un revГ©s con la mano, enviГЎndolo a volar.
Thor cayГі con fuerza en el suelo y antes de que pudiera voltear, el gigante estaba sobre Г©l, levantГЎndolo por encima de su cabeza con las dos manos. Lo tirГі, y el ejГ©rcito McCloud gritГі en seГ±al de triunfo, mientras Thor se elevaba seis metros por el aire, antes de aterrizar en el suelo y caer con fuerza, rodando hasta detenerse. Thor sentГa como si todas sus costillas se hubieran roto.
Thor mirГі hacia arriba y vio al gigante presionando hacia Г©l, y esta vez, no quedaba nada que pudiera hacer. Todo el poder que hubiera tenido, se habГa agotado.
CerrГі los ojos.
Por favor, Dios, ayГєdame.
Mientras el gigante se acercaba de manera amenazante, Thor comenzГі a oГr un zumbido silenciado en su mente; creciГі y creciГі, y pronto se convirtiГі en un zumbido fuera de su mente, en el universo. Tuvo una extraГ±a sensaciГіn que nunca habГa sentido antes; empezГі a sentir al unГsono con el mismo material y estructura del aire, el oscilar de los ГЎrboles, el movimiento de la brizna del cГ©sped. SintiГі un gran zumbido en medio de todos ellos, y cuando subiГі una mano, sintiГі como si estuviera reuniendo ese zumbido, desde todos los rincones del universo, convocГЎndolo a su voluntad.
Thor abriГі los ojos para escuchar un zumbido tremendo encima de la cabeza y observГі con sorpresa un gran enjambre de abejas que se materializГі desde el cielo. Vinieron de todos los rincones, y cuando subiГі sus manos, sintiГі que las dirigГa. No sabГa cГіmo, pero sabГa que lo hacГa.
Thor moviГі sus manos en la direcciГіn del gigante, y al hacerlo, vio cГіmo un enjambre de abejas oscureciГі el cielo, bajГі en picada y cubriГі completamente al gigante. El gigante levantГі sus manos y las agitГі, y despuГ©s gritГі, mientras iban hacia Г©l, picГЎndolo mil veces hasta que cayГі de rodillas, luego boca abajo y muriГі. El suelo se estremeciГі con el impacto de su cuerpo.
DespuГ©s Thor dirigiГі su mano hacia el ejГ©rcito McCloud, que estaba sentado en sus caballos, mirГЎndolo, contemplando la escena, escandalizados. Comenzaron a dar la vuelta para huir, pero no habГa tiempo para reaccionar. Thor girГі la palma de su mano en direcciГіn a ellos, y el enjambre de abejas dejГі al gigante y empezГі a atacar a los soldados.
El ejГ©rcito de McCloud soltГі un grito de miedo y al unГsono, se volvieron y cabalgaron, siendo picados en innumerables ocasiones por el enjambre. Pronto el campo de batalla se vaciГі y desaparecieron tan rГЎpido como pudieron. Algunos de ellos no lograron alejarse a tiempo y un soldado tras otro cayГі, llenando el campo con los cadГЎveres.
Mientras los supervivientes seguГan galopando, el enjambre los persiguiГі al otro lado del campo, hacia el horizonte, el gran sonido del zumbido se mezclaba con el estruendo de los cascos de los caballos y de los gritos de miedo de los hombres.
Thor estaba asombrado: en pocos minutos, el campo de batalla estaba vacГo y tranquilo. Todo lo que quedaba era el gemido de los McCloud heridos, tendidos por montones. Thor mirГі a su alrededor y vio a sus amigos, agotado y respirando con dificultad; parecГan estar gravemente heridos y cubiertos de heridas ligeras, pero en buen estado. Por supuesto, ademГЎs de los tres miembros de La LegiГіn que no conocГa, que yacГan ahГ, muertos.
Hubo un gran estruendo en el horizonte, y Thor volteГі hacia la otra direcciГіn y vio al ejГ©rcito del rey cabalgando sobre la colina, corriendo hacia ellos, con Kendrick a la cabeza. Iban galopando hacia ellos, y en pocos momentos se detuvieron ante Thor y sus amigos, los Гєnicos sobrevivientes en ese campo sangriento.
Thor estaba parado allГ, en estado de shock, mirГЎndolos, mientras Kendrick, Kolk, Brom, y los demГЎs desmontaban y caminaban lentamente hacia Thor. Iban acompaГ±ados por docenas de los Plateados, todos los grandes guerreros del ejГ©rcito del rey. Vieron que Thor y los demГЎs estaban ahГ solos, victoriosos, en el campo de batalla sangriento, plagado de cadГЎveres de cientos de los McCloud. PodГa ver sus miradas de asombro, de respeto, de admiraciГіn. Lo veГa en sus ojos. Era lo que Г©l habГa querido toda la vida.
Era un hГ©roe.
CAPГЌTULO NUEVE
Erec galopaba su caballo, corriendo por el carril del sur, cabalgando mГЎs rГЎpido que nunca, haciendo su mejor esfuerzo para evitar los agujeros en el camino, en la oscuridad de la noche. No habГa dejado de montar desde que habГa recibido la noticia del secuestro de Alistair, de ser vendida como esclava y llevada a Baluster. No podГa dejar de reprenderse a sГ mismo. HabГa sido estГєpido e ingenuo al confiar en el mesonero, al suponer que cumplirГa con su palabra, que podrГa mantener su parte del trato y liberar a Alistair para Г©l, despuГ©s de que hubiera ganado el torneo. La palabra de Erec era su honor, y asumiГі que la otra palabra era sagrada, tambiГ©n. Fue un error tonto. Y Alistair habГa pagado el precio por ello.
El corazГіn de Erec se rompiГі al pensar en ella, y pateГі su caballo con mГЎs fuerza. Una mujer tan hermosa y refinada, primero tuvo que sufrir la indignidad de trabajar para ese mesonero – y ahora, era vendida como esclava y para el comercio del sexo ni mГЎs ni menos. Pensar en ello lo enfureciГі, y no podГa evitar sentir que de alguna manera era responsable: si nunca hubiera aparecido en su vida, si nunca le hubiera ofrecido llevarla lejos, quizГЎs el mesonero nunca habrГa considerado esto.
Erec cabalgГі toda la noche, con el sonido de los cascos de su caballo llenando sus oГdos, junto con los sonidos de la respiraciГіn de su caballo. El caballo estaba mГЎs que agotado, y Erec temiГі que pudiera hacerlo caer. Erec habГa ido directamente con el mesonero despuГ©s del torneo, no se habГa detenido a tomar un descanso y estaba tan exhausto, que sintiГі como si fuera a caer de su caballo. Pero obligГі a sus ojos a permanecer abiertos, se obligГі a sГ mismo a permanecer despierto, mientras pasaba debajo de los Гєltimos vestigios de la luna llena, dirigiГ©ndose hacia el sur, hacia Baluster.
Erec habГa escuchado historias de Baluster a lo largo de su vida, aunque era un lugar en el que nunca habГa estado; por los rumores, se sabГa que era un lugar de juegos de azar, de opio, de sexo, de todos los vicios imaginables en el Reino. Era donde iban los descontentos, de las cuatro esquinas del Anillo, para explotar toda clase de oscuras festividades conocidas por el hombre. El lugar era todo lo contrario a Г©l. Nunca jugaba y raramente bebГa, prefiriendo pasar su tiempo libre entrenando, afilando sus habilidades. No podГa entender al tipo de gente que le gustaba la pereza y el jolgorio, como los que frecuentaban Baluster. Venir aquГ no auguraba nada bueno para Г©l. Nada bueno podГa salir de ahГ. El pensar que ella estaba en ese lugar le hacГa sentirse descorazonado. SabГa que debГa rescatarla rГЎpidamente y llevarla lejos de aquГ, antes de que recibiera algГєn daГ±o.
Mientras la luna caГa en el cielo, mientras el camino se hacГa mГЎs amplio y mГЎs transitado, Erec tuvo el primer atisbo de la ciudad: la infinidad de antorchas que iluminaban sus paredes hacГan que la ciudad pareciera como una fogata en la noche. Erec no se sorprendiГі: se rumoraba que sus habitantes permanecГan despiertos hasta altas horas de la noche.
Erec cabalgГі con mГЎs fuerza y se acercГі a la ciudad, y finalmente pasГі un pequeГ±o puente de madera, con antorchas en ambos lados; un centinela dormido en su base, se levantГі de un salto cuando Erec entrГі. El guardia le dijo: "ВЎOIGA!".
Pero Erec ni siquiera disminuyГі su paso. Si el hombre reunГa la confianza para perseguir a Erec – que Erec dudaba mucho – entonces Erec se asegurarГa de que fuera lo Гєltimo que hiciera.
Erec cabalgГі por la puerta grande y abierta a esta ciudad, que estaba en una plaza, rodeado por muros bajos de piedra antiguos. Al entrar, cabalgГі por las calles estrechas, tan brillantes, todas llenas de antorchas. Los edificios fueron construidos juntos, dando a la ciudad una sensaciГіn claustrofГіbica, estrecha. Las calles estaban absolutamente llenas de gente, y casi todos ellos parecГan estar borrachos, tropezando aquГ y allГЎ, gritando en voz alta, empujГЎndose unos a otros. Era como una gran fiesta. Y muchos de los establecimientos eran tabernas o garitos.
Erec sabГa que era el lugar correcto. Г‰l podГa sentir que Alistair estaba aquГ, en algГєn lugar. TragГі saliva con dificultad, esperando que no fuera demasiado tarde.
LlegГі a lo que parecГa ser una taberna particularmente grande en el centro de la ciudad; una multitud de personas estaban afuera y pensГі que serГa un buen lugar para empezar.
Erec desmontГі y corriГі adentro, abriГ©ndose camino a codazos entre la gente con bebidas y llegando hasta donde estaba el mesonero, parado en la parte posterior, en el centro de la habitaciГіn, anotando los nombres de las personas, mientras recibГa sus monedas y los dirigГa a las habitaciones. Era un tipo de aspecto baboso, que tenГa una sonrisa falsa, sudaba y se frotaba las manos, mientras contaba sus monedas. MirГі a Erec, con una sonrisa falsa en su rostro.
"ВїUn cuarto, seГ±or?", preguntГі. "ВїO lo que quiere son mujeres?".
Erec sacudiГі su cabeza y se acercГі al hombre, queriendo ser escuchado por encima del estruendo.
"Estoy buscando a un comerciante", dijo Erec. "Un comerciante de esclavos. LlegГі aquГ de Savaria hace un dГa, mГЎs o menos. Trajo una preciada carga. Carga humana".
El hombre lamiГі sus labios.
"Lo que busca es informaciГіn muy valiosa", dijo el hombre. "Yo puedo dГЎrsela, con la misma facilidad que puedo darle una habitaciГіn".
El hombre frotГі sus dedos juntos y tendiГі una mano. MirГі a Erec y sonriГі, con el sudor formГЎndose en su labio superior.
A Erec le repugnaba ese hombre, pero querГa informaciГіn y no querГa perder el tiempo, por lo que buscГі en su bolsa y puso una gran moneda de oro en la mano del hombre.
Los ojos del hombre se abrieron de par en par, mientras lo examinaba.
"Oro del rey", observГі, impresionado.
MirГі a Erec de arriba hacia abajo, con una mirada de respeto y perplejidad.
"ВїEntonces ha cabalgado desde la Corte del Rey?", preguntГі.
"Basta", dijo Erec. "Yo soy el que hace las preguntas. Te he pagado. Ahora dime: ВїDГіnde estГЎ el tratante?".
El hombre lamiГі sus labios varias veces, y luego se inclinГі acercГЎndose.
"El hombre que busca es Erbot. Г‰l viene una vez por semana con una nueva carga de prostitutas. Г‰l las subasta al mejor postor. Es probable que lo encuentre en su guarida. Siga esta calle hasta el final y ahГ estГЎ su establecimiento. Pero si la chica que busca es de valor, probablemente ya no estГЎ. Sus prostitutas no duran mucho".
Erec se dio la vuelta para irse, cuando sintiГі una mano cГЎlida, hГєmeda y pegajosa que agarraba su muГ±eca. Se dio vuelta y se sorprendiГі al ver al mesonero agarrГЎndolo.
"Si lo que busca son prostitutas, Вїpor quГ© no probar una de los mГas? Son tan buenas como las de Г©l y cuestan la mitad del precio".
Erec desdeГ±Гі al hombre, sintiendo asco. Si tuviera mГЎs tiempo, probablemente lo matarГa, sГіlo para librar al mundo de ese hombre. Pero hizo una definiciГіn de Г©l y decidiГі que no valГa la pena el esfuerzo.
Erec quitГі su mano, luego se acercГі inclinГЎndose.
"Si vuelves a poner tus manos sobre mГ", le advirtiГі Erec, "desearГЎs no haberlo hecho. Ahora, da dos pasos detrГЎs de mГ antes de que encuentre un buen lugar para este florete que tengo en mi mano".
El mesonero mirГі hacia abajo, con los ojos bien abiertos de miedo y dio varios pasos atrГЎs.
Erec se dio vuelta y saliГі de la habitaciГіn, dando codazos y empujando a los clientes fuera de su camino mientras salГa por las puertas dobles. Г‰l nunca habГa sentido tanto asco por la humanidad.
Erec montГі en su caballo, que estaba haciendo cabriolas y resoplando a algunos transeГєntes borrachos que lo estaban mirando – sin duda, pensГі Erec, para tratar de robarlo. Se preguntГі si en realidad lo habrГan intentado si no hubiera regresado, y se hizo una nota mental de atar a su caballo mГЎs firmemente en el siguiente lugar. Se escandalizГі por el vicio de esta ciudad. Aun asГ, su caballo, Warkfin, era un caballo de batalla endurecido, y si alguien intentaba robarlo, les podrГa pisotear hasta morir.
Erec pateГі a Warkfin, y se fueron cabalgando por la angosta calle; Erec hacГa lo mejor que podГa para evitar las multitudes. Ya era de noche, sin embargo, las calles parecГan estar mГЎs y mГЎs llenas de personas, de gente de todas las razas, mezclГЎndose unos con otros. Varios clientes borrachos le gritaban mientras pasaba entre ellos demasiado rГЎpido, pero no le importaba. PodГa sentir a Alistair a su alcance y no se detendrГa ante nada hasta que la recuperara.
La calle terminaba en una pared de piedra, y el Гєltimo edificio a la derecha era una taberna inclinada, con paredes de arcilla blanca y un techo de paja, que parecГa como si hubiera visto dГas mejores. De las miradas de la gente entrando y saliendo, Erec percibiГі que Г©ste era el lugar correcto.
Erec bajГі del caballo, lo atГі con firmeza a un poste y atravesГі las puertas. Al hacerlo, se detuvo, sorprendido.
El lugar estaba dГ©bilmente iluminado, era una gran habitaciГіn con antorchas que parpadeaban en las paredes y una fogata apagГЎndose en la chimenea en la esquina lejana. HabГa alfombras esparcidas por todas partes, en las cuales estaban acostadas docenas de mujeres, escasamente vestidas, atadas con cuerdas gruesas, unas con otras y en las paredes. Todas parecГan estar drogadas – Erec podГa oler el opio en el aire y que pasaban una pipa alrededor. Unos hombres bien vestidos atravesaron la sala, pateando y empujando los pies de las mujeres aquГ y allГЎ, como si probaran la mercancГa y decidieran quГ© comprar.
En el rincГіn de la sala estaba sentado un solo hombre en una pequeГ±a silla de terciopelo rojo, vistiendo una bata de seda, y habГa mujeres encadenadas a ambos lados de Г©l. De pie, detrГЎs de Г©l, estaban unos hombres enormes, musculosos; sus rostros estaban llenos de cicatrices; eran mГЎs altos y mГЎs fornidos que Erec, mirando como si les emocionara matar a alguien.
Erec vio la escena y se dio cuenta exactamente de lo que estaba pasando: esto era una guarida de sexo, esas mujeres eran de alquiler y ese hombre en la esquina era el jefe, el hombre que se habГa robado a Alistair – y probablemente se habГa robado a todas estas mujeres, tambiГ©n. Erec se dio cuenta de que Alistair podrГa incluso estar ahora en esta habitaciГіn.
EntrГі en acciГіn, corriendo frenГ©ticamente entre los pasillos de mujeres y buscГЎndola entre todas esas caras. HabГa varias docenas de mujeres en esta sala, algunas desmayadas, y la habitaciГіn estaba tan oscura que era difГcil darse cuenta de inmediato. BuscГі en cada cara, caminando a travГ©s de las filas, cuando de repente una gran mano le golpeГі en el pecho.
"ВїYa pagГі?", dijo una voz ГЎspera.
Erec levanГі la vista y vio a un hombre enorme parado cerca de Г©l, con el ceГ±o fruncido.
"Si quiere mirar a las mujeres, tiene que pagar", dijo el hombre con su voz baja. "Esas son las reglas".
Erec desdeГ±Гі al hombre, sintiendo un odio creciendo dentro de Г©l, y entonces antes de que el hombre pudiera parpadear, subiГі la mano y lo golpeГі justo en su esГіfago.
El hombre abriГі la boca, con los ojos abiertos de par en par, luego cayГі de rodillas, agarrando su garganta. Erec se acercГі y le dio un codazo en la sien, y el hombre cayГі de bruces.
Erec caminГі rГЎpidamente a travГ©s de las filas, buscando desesperadamente a Alistair entre los rostros, pero ella no estaba a la vista. Ella no estaba aquГ.
El corazГіn de Erec latГa aceleradamente mientras se apresuraba a ir al extremo lejano de la habitaciГіn, hacia el viejo sentado en la esquina, mirando todo.
"ВїHas encontrado algo que te guste?", preguntГі el hombre. "ВїAlgo por lo que quieras ofertar?".
"Estoy buscando a una mujer", comenzГі a decir Erec, con su voz de acero, tratando de mantener la calma, "y sГіlo voy a decirlo una vez. Es alta, con largos cabellos rubios y ojos azul-verdoso. Su nombre es Alistair. Fue sacada de Savaria hace apenas uno o dos dГas. Me dijeron que la trajeron aquГ. ВїEs cierto?".
El hombre sacudiГі lentamente la cabeza, sonriendo.
"Me temo que la propiedad que buscas ya ha sido vendida", dijo el hombre. "Pero era un buen ejemplar. Tienes buen gusto. Elige otra, y te daré un descuento“.
Erec lanzГі una mirada iracunda, sintiendo una rabia dentro de Г©l, como nunca habГa sentido.
"ВїQuiГ©n se la llevГі?". Erec gruГ±Гі.
El hombre sonriГі.
"Vaya, parece que tienes una fijaciГіn con esta esclava en particular".
"Ella no es una esclava", gruГ±Гі Erec. "Ella es mi esposa".
El hombre lo miró, sorprendido – después, de repente echó la cabeza hacia atrás y soltó una carcajada.
"ВЎTu esposa! Г‰sa es buena. Ya no lo es, amigo. Ahora es el juguete de otro". Entonces la cara del mesonero se hizo sombrГa, se convirtiГі en un ceГ±o fruncido diabГіlico, mientras hacГa un gesto a sus secuaces y agregГі: "Ahora deshГЎganse de este pedazo de basura".
Los dos hombres musculosos se acercaron, y con una velocidad que sorprendiГі a Erec, ambos arremetieron contra Г©l a la vez, estirando la mano para sujetarlo del pecho.
Pero no se dieron cuenta de a quiГ©n estaban atacando. Erec era mГЎs rГЎpido que los dos juntos, eludiГ©ndolos, agarrando la muГ±eca de uno de ellos y doblГЎndola hasta que el hombre cayГі de espaldas y luego le dio un codazo al otro en la garganta, al mismo tiempo. Erec dio un paso adelante y machacГі la trГЎquea del hombre en el suelo, noqueГЎndolo, luego se inclinГі hacia adelante y le dio un cabezazo al otro, que estaba agarrando su garganta, noqueГЎndolo tambiГ©n.
Los dos hombres yacГan inconscientes, y Erec caminГі sobre sus cuerpos hacia el mesonero, que ahora estaba sacudiendo su silla, con los ojos muy abiertos de miedo.
Erec estirГі la mano hacia adelante, agarrГі al hombre de los cabellos, tirГі hacia atrГЎs su cabeza y puso un puГ±al en su garganta.
"Dime dГіnde estГЎ, y tal vez podrГa dejarte vivir", gruГ±Гі Erec.
El hombre tartamudeГі.
"Te lo diré, pero estás perdiendo tu tiempo", respondió. "La he vendido a un lord. Tiene su propio ejército de caballeros y vive en su propio castillo. Es un hombre muy poderoso. Su castillo nunca ha sido traspasado. Y además de eso, tiene todo un ejército de reserva. Es un hombre muy rico – tiene un ejército de mercenarios dispuestos a hacer su oferta en cualquier momento. Cualquier chica que compra, se queda con ella. No hay manera que puedas liberarla. Asà que regresa por donde viniste. Ella ya no está".
Erec sostuvo la daga mГЎs cerca de la garganta del hombre hasta que empezГі a brotar la sangre, y el hombre gritГі.
"ВїDГіnde estГЎ ese lord?". Erec gruГ±Гі, perdiendo la paciencia.
"Su castillo estГЎ al oeste de la ciudad. Sigue la entrada oeste de la ciudad y hasta topar con pared. VerГЎs su castillo. Pero es una pГ©rdida de tiempo. PagГі buen dinero por ella – mГЎs de lo que valГa".
Thor ya habГa tenido suficiente. Sin demora, rebanГі la garganta de ese comerciante de sexo, matГЎndolo. La sangre se derramaba por todas partes, mientras se desplomaba en su asiento, muerto.
Erec mirГі hacia abajo al cadГЎver, a los secuaces inconscientes y sintiГі asco por todo ese lugar. No podГa creer que existiera.
Erec atravesГі la habitaciГіn y comenzГі a cortar las cuerdas que ataban a todas las mujeres, cortando la gruesa, liberГЎndolas una a la vez. Varias de ellas se levantaron de un salto y corrieron hacia la puerta. Pronto toda la habitaciГіn estaba libre y corrieron atropelladamente hacia la puerta. Algunas estaban demasiado drogadas para moverse, y otras les ayudaban.
"Quienquiera que sea usted", dijo una mujer a Erec, deteniéndose en la puerta, "bendito sea. Y dondequiera que vaya, que Dios lo ayude“.
Erec apreciГі el agradecimiento y la bendiciГіn; y presintiГі que, a donde quiera que Г©l fuera, iba a necesitarlos.
CAPГЌTULO DIEZ
Rayaba el alba, entrando a travГ©s de las pequeГ±as ventanas de la cabaГ±a de Illepra, cayendo sobre los ojos cerrados de Gwendolyn y despertГЎndola lentamente. El primer sol, un naranja tenue, la acariciaba, despertГЎndola en el silencio del cercano amanecer. Ella parpadeГі varias veces, al principio estaba desorientada, preguntГЎndose dГіnde estaba. Y entonces se dio cuenta:
Godfrey.
Gwen se habГa quedado dormida en el piso de la cabaГ±a, acostada en una cama de paja, cerca de la cama de Г©l. Illepra durmiГі junto a Godfrey, y habГa sido una noche larga para los tres. Godfrey habГa estado gimiendo durante toda la noche, dando vueltas, e Illepra lo habГa cuidado sin cesar. Gwen habГa estado ahГ para ayudar de cualquier forma que pudiera, para traer trapos hГєmedos, exprimiГ©ndolos, colocГЎndolos en la frente de Godfrey y entregando a Illepra las hierbas y ungГјentos que continuamente solicitaba. La noche parecГa interminable; muchas veces Godfrey habГa gritado, y ella estaba segura de que se estaba muriendo. MГЎs de una vez Г©l habГa llamado a su padre, y eso le habГa dado a Gwen un escalofrГo. Ella sintiГі la presencia de su padre, merodeando entre ellos fuertemente. Ella no sabГa si su padre querrГa que su hijo viviera o muriera – su relaciГіn siempre habГa estado cargada de tensiГіn.
Gwen tambiГ©n habГa dormido en la cabaГ±a, porque ella no sabГa a dГіnde ir. Se sentГa insegura de regresar al castillo, de estar bajo el mismo techo que su hermano; se sentГa segura aquГ, al cuidado de Illepra, con Akorth y Fulton haciendo guardia en la puerta. Ella creГa que nadie sabГa dГіnde estaba, y querГa que asГ siguiera siendo. AdemГЎs, se habГa encariГ±ado con Godfrey en estos Гєltimos pocos dГas, habГa descubierto al hermano que nunca habГa conocido, y le dolГa pensar que estaba muriendo.
Gwen se puso de pie, apresurГЎndose a ir al lado de Godfrey; su corazГіn latГa con fuerza, preguntГЎndose si estaba vivo todavГa. Una parte de ella sentГa que si Г©l despertaba por la maГ±ana, vivirГa, y que si no lo hacГa, todo habrГa terminado. Illepra despertГі y tambiГ©n se apresurГі a ir con Г©l. Se debe haber quedado dormida en algГєn momento de la noche; Gwen difГcilmente podrГa culparla.
Las dos se arrodillaron allГ, al lado de Godfrey, mientras que la pequeГ±a cabaГ±a se llenaba de luz. Gwen puso una mano en la muГ±eca de Г©l y lo sacudiГі, mientras Illepra se acercaba y colocaba una mano sobre su frente. Ella cerrГі los ojos y respirГі – y de repente los ojos de Godfrey se abrieron de par en par. Illepra retirГі su mano, sorprendida.
Gwen, tambiГ©n estaba sorprendida. Ella no esperaba ver a Godfrey abrir los ojos. Г‰l se volviГі y la mirГі.
"ВїGodfrey?", preguntГі ella.
Г‰l entrecerrГі los ojos, los cerrГі y los abriГі otra vez; entonces, para sorpresa de ella, Г©l mismo se incorporГі sobre un codo y las mirГі.
"ВїQuГ© hora es?" preguntГі Г©l. "ВїDГіnde estoy?".
Su voz sonaba alerta, saludable, y Gwen nunca se habГa sentido tan aliviada. Ella esbozГі una enorme sonrisa, junto con Illepra.
Gwen se inclinГі hacia adelante y lo abrazГі, dГЎndole un fuerte abrazo, luego se retirГі.
"ВЎEstГЎs vivo!", exclamГі ella.
"Por supuesto que lo estoy", dijo Г©l. "ВїPor quГ© no habrГa de estarlo? ВїQuiГ©n es ella?", preguntГі, girando hacia Illepra.
"La mujer que te salvГі la vida", respondiГі Gwen.
"ВїQue me salvГі la vida?".
Illepra mirГі hacia el piso.
"Yo sГіlo ayudГ© un poco", dijo con humildad.
"¿Qué me pasó?", le preguntó a Gwen, frenético. "Lo último que recuerdo es que estaba bebiendo en la taberna y luego…"
"Fuiste envenenado", dijo Illepra. "Con un veneno muy raro y fuerte. No lo habГa visto en aГ±os. Tienes suerte de estar vivo. De hecho, tГє eres el Гєnico al que he visto sobrevivir. Alguien debe haberte estado cuidando".
Con las palabras de ella, Gwen sabГa que tenГa razГіn, e inmediatamente pensГі en su padre. El sol iluminГі las ventanas, con mГЎs fuerza, y ella sintiГі la presencia de su padre con ellos. Г‰l habrГa querido que Godfrey viviera.
"Te lo mereces", le dijo Gwen con una sonrisa. "HabrГas prometido abandonar la bebida. Ahora mira lo que pasГі".
Г‰l se volviГі y le sonriГі; ella vio cГіmo le volvГa la vida a sus mejillas y se sintiГі llena de alivio. Godfrey estaba de regreso.
"Me salvaste la vida", le dijo, con seriedad.
Se dirigiГі a Illepra.
"Las dos me salvaron", aГ±adiГі. "No sГ© cГіmo podrГ© pagarles".
Al mirar a Illepra, Gwen notГі algo – habГa algo en su mirada, algo mГЎs que gratitud. Ella se volviГі y mirГі a Illepra y notГі que se ruborizaba, mirando al suelo – y Gwen se dio cuenta de que se gustaban mutuamente.
Illepra se dio vuelta rГЎpidamente y cruzГі la habitaciГіn, dГЎndoles la espalda, ocupГЎndose de una pociГіn.
Godfrey mirГі a Gwen.
"ВїGareth?", preguntГі Г©l, poniГ©ndose solemne de repente.
Gwen asintiГі con la cabeza, comprendiendo lo que preguntaba.
"Tienes suerte de no estar muerto", dijo ella. "Firth lo estГЎ".
"ВїFirth?" La voz de Godfrey se elevГі, de sorpresa. "ВїMuerto? ВїPero cГіmo?".
"Lo mandГі a la horca", dijo ella. "Se suponГa que tГє serГas el prГіximo".
"ВїY tГє?", preguntГі Godfrey.
Gwen se encogiГі de hombros.
"Г‰l tiene planes para que me case. Me vendiГі a los Nevaruns. Al parecer, ya vienen para llevarme".
Godfrey se sentГі, indignado.
"ВЎNunca lo permitirГ©!", exclamГі Г©l.
"Tampoco yo", respondiГі ella. "EncontrarГ© alguna forma".
"Pero sin Firth, no tenemos ninguna evidencia", dijo Г©l. "No tenemos manera de acabar con Г©l. Gareth serГЎ libre".
"Encontraremos el modo", respondió ella. "Vamos a encontrar…"
De repente, la cabaГ±a se llenГі de luz cuando la puerta se abriГі y entraron Akorth y Fulton.
"Mi lady—", comenzó a decir Akorth, luego se volvió al ver a Godfrey.
"ВЎDesgraciado!", Akorth gritГі de alegrГa dirigiГ©ndose a Godfrey. "ВЎLo sabГa! EngaГ±aste a casi todo en la vida – ВЎsabГa que tambiГ©n engaГ±arГas a la muerte!".
"ВЎSabГa que ninguna jarra de cerveza te llevarГa a la tumba!", aГ±adiГі Fulton.
Akorth y Fulton corrieron, mientras Godfrey saltaba de la cama y todos se abrazaron.
Akorth se dirigiГі entonces a Gwen, con seriedad.
"Mi lady, lamento molestarla, pero vimos a un contingente de soldados en el horizonte. Vienen apresuradamente hacia nosotros en este momento".
Gwen lo mirГі alarmada y luego corriГі afuera, y todos ellos tras sus talones, agachando su cabeza y entrecerrando los ojos ante la fuerte luz del sol.
El grupo estaba parado afuera, y Gwen miraba hacia el horizonte y vio un pequeГ±o grupo de Los Plateados corriendo hacia la cabaГ±a. Media docena de hombres cabalgaban a toda velocidad, y no habГa ninguna duda de que corrГan hacia ellos.
Godfrey estirГі la mano para desenvainar su espada, pero Gwen puso una mano reconfortante en su muГ±eca.
"Estos no son hombres de Gareth – son de Kendrick. Estoy segura de que vienen en son de paz".
Los soldados se acercaron y sin pausas, desmontaron de sus caballos y se arrodillaron ante Gwendolyn.
"Mi lady", dijo el soldado lГder. "Le traemos buenas noticias. ВЎHemos hecho retroceder a los McCloud! Su hermano Kendrick estГЎ a salvo, y me ha pedido que le envГe un mensaje: Thor estГЎ bien".
Gwen se puso a llorar ante la noticia, abrumada de agradecimiento y alivio, dando un paso adelante y abrazando a Godfrey, quien tambiГ©n la abrazГі. SintiГі como si su vida hubiera sido restaurada dentro de ella.
"Van a regresar hoy", continuГі diciendo el mensajero, "ВЎy habrГЎ una gran celebraciГіn en la Corte del Rey!".
"ВЎSin duda son buenas noticias!", exclamГі Gwen.
"Mi lady", dijo otra voz ronca y Gwen vio a un lord, a un famoso guerrero, Srog, vestido con el rojo distintivo del oeste, un hombre a quien ella habГa conocido desde la juventud. Г‰l habГa estado cerca del padre de ella. Se arrodillГі ante ella, y ella se sintiГі avergonzada.
"Por favor, seГ±or", dijo ella, "no se arrodille ante mГ".
Era un hombre famoso, un poderoso lord que tenГa miles de soldados respondiendo ante Г©l, y quien gobernaba su propia ciudad, Silesia, la fortaleza del oeste, una ciudad inusual, construida en un acantilado al borde del CaГ±Гіn. Era casi impenetrable. Era uno de los pocos en quien su padre confiaba.
"He venido aquГ, con estos hombres porque he oГdo que ha habido grandes cambios en la Corte del Rey", dijo intencionadamente. "El trono es inestable. Un nuevo gobernante – un gobernante firme, un verdadero gobernante – debe ser puesto en su lugar. Me han hecho saber que el deseo de su padre era que usted reinara. Su padre fue como un hermano para mГ, y su palabra es mi compromiso. Si Г©se era su deseo, entonces tambiГ©n es el mГo. He venido para hacerte saber que, si usted debe gobernar, entonces mis hombres le jurarГЎn lealtad a usted. Le insto a actuar pronto. Los eventos de hoy han demostrado que la Corte del Rey necesita un nuevo gobernante".
Gwen se quedГі ahГ parada, desconcertada, sin saber cГіmo responder. SentГa una profunda modestia y un sentimiento de orgullo, pero tambiГ©n se sentГa abrumada, era mГЎs de lo que podГa soportar.
"Gracias, señor", dijo ella. "Le agradezco sus palabras y su ofrecimiento. Debo reflexionarlo muy bien. Por ahora, sólo deseo darle la bienvenida a mi hermano – y a Thor".
Srog inclinГі la cabeza, y una trompeta sonГі en el horizonte. Gwen mirГі hacia arriba y ya podГa ver la nube de polvo: iba apareciendo un gran ejГ©rcito. Ella subiГі una mano para bloquear el sol, y su corazГіn se acelerГі. Incluso desde aquГ, ella podГa sentir quiГ©n era. Eran Los Plateados, los hombres del rey.
Y cabalgando al frente iba Thor.
CAPГЌTULO ONCE
Thor cabalgГі con el ejГ©rcito, miles de soldados yendo como si fueran uno, de vuelta hacia la Corte del Rey, y se sentГa triunfante. Г‰l apenas podГa procesar lo que habГa sucedido. Estaba orgulloso de lo que habГa hecho, orgulloso de que cuando las cosas parecГan estar en su punto mГЎs bajo en la batalla, Г©l no se habГa rendido a su temor, sino que se quedГі y enfrentГі a esos guerreros. Y estaba sorprendido de haber sobrevivido, de algГєn modo.
La batalla entera habГa parecido surrealista, y estaba tan agradecido de haber sido capaz de invocar sus poderes – aunque tambiГ©n estaba confundido, ya que sus poderes no siempre funcionaban. No los entendГa, y peor aГєn, no sabГa de dГіnde venГan o cГіmo reunirlos. Le hizo darse cuenta mГЎs que nunca tenГa que aprender a confiar en sus habilidades humanas, tambiГ©n – en ser el mejor luchador, el mejor guerrero que podГa ser. Estaba empezando a darse cuenta de que para ser el mejor guerrero que podГa ser, necesitaba ambas partes de sГ mismo – al combatiente y al hechicero – si es que eso es lo que era.
Viajaron toda la noche para volver a la Corte del Rey, y Thor estaba ahora mГЎs que agotado, pero tambiГ©n entusiasmado. El primer sol estaba saliendo en el horizonte, la vasta extensiГіn de cielo se abrГa ante Г©l en tonos amarillos y rosas, y se sentГa como si estuviera viendo el mundo por primera vez. Nunca se habГa sentido tan vivo. Estaba rodeado de sus amigos, Reece, O'Connor, Elden y los gemelos; de Kendrick, Kolk y Brom; y por cientos de miembros de La LegiГіn, Los Plateados y el ejГ©rcito del rey. Pero en lugar de estar en las afueras de Г©l, ahora Г©l iba al centro, acogido por todos. Sin duda, todos ellos lo miraban diferente desde la batalla. Ahora, Г©l notaba la admiraciГіn en sus ojos, no sГіlo sus compaГ±eros miembros de La LegiГіn, sino tambiГ©n en los ojos de los guerreros reales, adultos. Se habГa enfrentado al ejГ©rcito entero de los McCloud Г©l solo y cambiГі la marea de la guerra.
Thor estaba feliz de no haber decepcionado a ninguno de sus hermanos de La LegiГіn. Estaba contento de que sus amigos hubieran salido ilesos en su mayorГa, y sintiГі remordimiento por aquellos que murieron en la batalla. No los conocГa, pero deseaba haber podido salvarlos tambiГ©n. HabГa sido una batalla sangrienta y feroz, e incluso ahora, mientras Thor cabalgaba, cada vez que pestaГ±eaba, tenГa imГЎgenes en su mente de la lucha, de las diferentes armas y guerreros que se le habГan acercado. Los McCloud eran feroces, y habГa sido afortunado; quiГ©n sabe si volverГa a tener suerte si se enfrentaran otra vez. ВїQuiГ©n sabГa si Г©l serГa capaz de invocar sus poderes otra vez. No sabГa si alguna vez volverГan. Necesitaba respuestas. Y necesitaba encontrar a su madre. Necesitaba saber quiГ©n era realmente. Necesitaba buscar a Argon.
Krohn gimiГі detrГЎs de Г©l, y Thor se inclinГі y acariciГі su cabeza, mientras Krohn lamГa su mano. Thor se sentГa aliviado de que Krohn estuviera bien. Thor lo habГa sacado adelante en el campo de batalla y lo habГa colgado sobre el lomo de su caballo detrГЎs de Г©l; Krohn parecГa capaz de caminar, pero Thor querГa que Г©l descansara y se recuperara del largo viaje de regreso. El golpe que Krohn recibiГі fue poderoso, y Thor creГa que se habГa roto una costilla. Thor apenas podГa expresar su gratitud a Krohn, que parecГa ser mГЎs como un hermano para Г©l que un animal, y que habГa salvado su vida mГЎs de una vez.
Cuando subieron a la cima de una colina y la vista del reino se extendГa ante ellos, apareciГі la extensa y gloriosa ciudad de la Corte del Rey, con decenas de torres y agujas, con sus antiguas paredes de piedra y su enorme puente levadizo, con sus puertas arqueadas, con sus cientos de soldados haciendo guardia en los parapetos y en el camino, con sus onduladas tierras de labranza revistiГ©ndola y por supuesto, el Castillo del Rey al centro. Thor pensГі inmediatamente en Gwen. Ella lo habГa sostenido en la batalla; ella le habГa dado una razГіn y propГіsito para vivir. Sabiendo que le habГan tendido una trampa, que habГa sido emboscado, Thor temiГі de repente por su destino, tambiГ©n. Г‰l esperaba que ella estuviera bien, que cualesquiera que fueran las fuerzas que habГan puesto en juego su traiciГіn, la hubieran dejado intacta.
Thor escuchГі una ovaciГіn distante, vio algo brillando en la luz, y cuando entrecerrГі los ojos en la colina, se dio cuenta de que se estaba formando una gran multitud en el horizonte, ante la Corte del Rey, en el camino, agitando banderas. La gente salГa vigorosa para darles la bienvenida.
Alguien hizo sonar un cuerno, y Thor se dio cuenta de que estaban dГЎndoles la bienvenida a casa. Por primera vez en su vida, Г©l no se sentГa como un intruso.
"Esos cuernos suenan para ti", dijo Reece, montando a caballo junto a Г©l, mientras le daba unas palmadas en la espalda, mirГЎndolo con un nuevo respeto. "TГє eres el campeГіn de esta batalla. Ahora eres el hГ©roe de la gente".
"ImagГnate, uno de nosotros, un miembro de La LegiГіn, haciendo retroceder a todo el ejГ©rcito de McCloud", aГ±adiГі O'Connor con orgullo.
"Eres la honra de La LegiГіn entera", dijo Elden. "Ahora tendrГЎn que tomarnos a todos, mucho mГЎs en serio".
"Sin mencionar que salvaste nuestras vidas", aГ±adiГі Conval.
Thor se encogiГі de hombros, lleno de orgullo, pero tambiГ©n negГЎndose a permitir que nada de esto se le subiera a la cabeza. Г‰l sabГa que era humano, frГЎgil y vulnerable, como cualquiera de ellos. Y que el curso de la guerra pudo haber sido al revГ©s.
"SГіlo hice lo que me enseГ±aron en el entrenamiento", respondiГі Thor. "Lo que todos fuimos entrenados a hacer. No soy mejor que nadie. Solamente tuve suerte este dГa".
"Yo dirГa que fue mГЎs que suerte", respondiГі Reece.
Todos siguieron con un trote lento, por la calle principal que conduce a la Corte del Rey, y al hacerlo, el camino se empezГі a llenar de gente, saliendo del campo, vitoreando, ondeando banderas con el azul y amarillo de los MacGil. Thor se dio cuenta de que esto se estaba convirtiendo en un desfile completo. Toda la Corte habГa salido para festejarlos y pudo ver el alivio y la alegrГa en sus rostros. Г‰l podГa entender el porquГ©: Si el ejГ©rcito de los McCloud hubiera llegado mГЎs cerca, podrГan haber destruido todo esto.
Thor cabalgГі con los demГЎs a travГ©s de las multitudes de personas sobre el puente levadizo de madera, los cascos de sus caballos pisando fuerte. Pasaron por la puerta de piedra arqueada, a travГ©s del paso subterrГЎneo; el cielo estaba oscureciendo, luego por el otro lado, hacia la Corte del Rey – donde fueron recibidos por las masas que los vitoreaban. Agitaban banderas y lanzaban dulces, y una banda de mГєsica empezГі a tocar, sonaban los cГmbalos, golpeaban los tambores, mientras que la gente empezГі a bailar en las calles.
Thor bajГі de su caballo con los demГЎs ya que se hizo demasiado difГcil cabalgar, y Г©l subiГі la mano y ayudГі a Krohn a bajar del caballo. Observaba atentamente mientras Krohn cojeaba, luego caminГі; parecГa estar bien para caminar ahora, y Thor se sintiГі aliviado. Krohn se dio vuelta y lamiГі su mano varias veces.
El grupo caminГі por la Plaza del Rey, mientras Thor era abrazado por todas partes, personas que ni siquiera conocГa.
"ВЎUsted nos ha salvado!", gritГі un hombre mayor. "ВЎHa liberado a nuestro reino!".
Thor quiso responder, pero no pudo, su voz se perdiГі por el estruendo de cientos de personas gritando y vitoreando alrededor de ellos, la mГєsica era cada vez mГЎs fuerte. Pronto, los barriles de cerveza rodaban en el campo, y la gente empezГі a beber, a cantar y a reГr.
Pero Thor tenГa una sola cosa en mente: Gwendolyn. TenГa que verla. AnalizГі todos los rostros, desesperado por encontrarla, seguro de que estarГa aquà – pero se sintiГі decepcionado al no poder hallarla.
Luego sintiГі un golpecito en el hombro.
"Creo que la mujer que estГЎs buscando estГЎ por allГЎ", dijo Reece, girГЎndolo y seГ±alando hacia el otro lado.
Thor se dio vuelta y sus ojos se iluminaron. AllГ, caminando rГЎpidamente hacia Г©l, con una enorme sonrisa de alivio y con apariencia de no haber dormido en toda la noche, estaba Gwendolyn.
Se veГa mГЎs hermosa que nunca, y ella corriГі hacia Г©l y se apresurГі hacia los brazos de Thor. Dio un salto y lo abrazГі y Г©l tambiГ©n la abrazГі, firmemente, girГЎndola en la multitud. Ella se aferrГі a Г©l y no lo soltaba, y Г©l podГa sentir sus lГЎgrimas corriendo por su cuello. Pudo sentir el amor de ella y lo sintiГі enseguida.
"Gracias a Dios que estГЎs vivo", dijo ella, muy contenta.
"No pensГ© en nada mГЎs que en ti", dijo Thor, sujetГЎndola firmemente. Mientras la sostenГa en sus brazos, todo se sentГa bien en el mundo, una vez mГЎs.
Lentamente, la soltГі y ella lo mirГі y se inclinaron y se besaron. Se besaron durante mucho tiempo; la multitud giraba a su alrededor.
"ВЎGwendolyn!", gritГі Reece complacido.
Ella se volvió y lo abrazó y luego Godfrey se acercó y abrazó a Thor, luego a su hermano Reece. Fue una gran reunión familiar, y Thor sintió de alguna manera, como si fuera parte de ella, como si ya fueran su familia. Todos estaban unidos por su amor por MacGil – y por su odio a Gareth.
Krohn dio un paso adelante y saltГі encima de Gwendolyn, y ella se reclinГі con una carcajada y lo abrazГі mientras Г©l le lamГa la cara.
"ВЎCreces cada vez mГЎs, cada dГa que pasa!", exclamГі ella. "ВїCГіmo puedo darte las gracias por mantener a Thor a salvo?".
Krohn saltГі sobre ella una y otra vez, hasta que finalmente, riendo, ella tuvo que bajarlo.
"VГЎmonos de aquГ", dijo Gwen a Thor, siendo presionados de cada lado por la multitud. Ella extendiГі la mano y tomГі la de Г©l.
Thor estiró la mano y tomó la de ella y estaba a punto de seguir – cuando de repente, varios guerreros de Los Plateados llegaron detrás de Thor y lo levantaron en el aire, por encima de sus cabezas, colocándolo sobre sus hombros. Cuando Thor estaba en el aire, se escuchó un gran grito de la multitud.
"ВЎTHORGRIN!", la multitud vitoreГі.
Le dieron vueltas y vueltas a Thor, mientras le empujaban una jarra de cerveza en su mano. Г‰l se reclinГі y bebiГі, y la multitud aplaudiГі como salvaje.
Bajaron a Thor con rudeza y tropezГі, riendo, mientras la multitud lo abrazaba.
"Ahora nos dirigiremos a la fiesta del vencedor", dijo un guerrero que Thor no conocГa, un miembro de Los Plateados, que le dio unas palmadas en la espalda con una mano carnosa. "Es una fiesta solo para los guerreros. Para los hombres. VendrГЎs con nosotros. HabrГЎ un lugar reservado para ti en la mesa. Y tГє y tГє", dijo Г©l, dirigiГ©ndose a Reece, O’Connor y a los amigos de Thor. "Ya son hombres. Y se unirГЎn a nosotros".
Se escuchГі una ovaciГіn cuando todos fueron sujetados por miembros de Los Plateados y llevados arrastrando; Thor se soltГі en el Гєltimo segundo y se dirigiГі hacia Gwen, sintiГ©ndose culpable y no queriendo defraudarla.
"Ve con ellos", dijo ella, abnegadamente. "Es importante que lo hagas. Festeja con tus hermanos. Celebra con ellos. Es una tradiciГіn entre Los Plateados. No puedes perdГ©rtelo. MГЎs tarde nos veremos en la puerta trasera del SalГіn de Armas. Luego volveremos a estar juntos".
Thor se inclinГі y la besГі una Гєltima vez, durando lo mГЎs que pudo, hasta que sus compaГ±eros soldados tiraron de Г©l.
"Te amo", le dijo ella a Г©l.
"Yo tambiГ©n te amo", dijo Г©l, diciГ©ndolo con la mayor seriedad de lo que ella podrГa imaginar.
Todo lo que se le ocurriГі, mientras era llevado arrastrando, mientras veГa esos hermosos ojos, tan llenos de amor por Г©l, era que Г©l querГa, mГЎs que nada, ofrecerle matrimonio, hacerla suya para siempre. Ahora no era el momento oportuno, pero pronto, se dijo a sГ mismo.
Tal vez incluso esta noche.
CAPГЌTULO DOCE
Gareth estaba parado en su habitaciГіn, mirando por la ventana a la luz del amanecer, mientras se elevaba sobre la Corte del Rey, observando a la multitud que se reunГa abajo – y sintiГі nГЎuseas. En el horizonte estaba su peor temor, la imagen de lo que mГЎs temГa: el ejГ©rcito del rey regresando, victorioso, triunfante, de su enfrentamiento con los McCloud. Kendrick y Thor iban a la cabeza, libres, vivos – como hГ©roes. Sus espГas ya le habГan informado de todo lo que habГa ocurrido, que Thor habГa sobrevivido a la emboscada, que estaba vivo y bien. Ahora todos esos hombres estaban envalentonados, regresado a la Corte del Rey como una fuerza solidificada. Todos sus planes habГan salido terriblemente mal y le dejГі un agujero en el estГіmago. SintiГі que el reino lo arrinconaba.
Gareth escuchГі un chirrido en su habitaciГіn y girГі y cerrГі sus ojos rГЎpidamente al ver lo que habГa delante de Г©l, lleno de miedo.
"ВЎAbre los ojos, hijo!", dijo la voz retumbante.
Temblando, Gareth abriГі sus ojos, y estaba horrorizado al ver a su padre ahГ parado, un cadГЎver en descomposiciГіn, con una corona oxidada en su cabeza, un cetro oxidado en su mano. Lo miraba reprendiГ©ndolo, como lo hacГa en vida.
"La sangre llama a la sangre", proclamГі su padre.
"ВЎTe odio!", gritГі Gareth. "ВЎTE ODIO!", repitiГі y sacГі el puГ±al de su cinturГіn y se dirigiГі hacia su padre.
Cuando lo alcanzó, empuñó su daga – y no le dio a nada más que al aire – y tropezó por la habitación.
Gareth girГі, pero la apariciГіn habГa desaparecido. Estaba solo en la habitaciГіn. Г‰l habГa estado solo todo el tiempo. ВїSe estaba volviendo loco?
Gareth corriГі hacia la esquina lejana de la habitaciГіn, buscГі en el gabinete de su tocador y extrajo su pipa de opio con las manos temblorosas; rГЎpidamente la encendiГі e inhalГі profundamente, una y otra vez. SintiГі el golpe de las drogas en su sistema, se sintiГі perdido temporalmente por el consumo de la droga. HabГa estado consumiendo opio cada vez mГЎs y mГЎs en los Гєltimos dГas – parecГa que era la Гєltima cosa que le servГa para ahuyentar la imagen de su padre. Gareth se sentГa atormentado por estar ahГ, y empezaba a preguntarse si el fantasma de su padre estaba atrapado en esas paredes y si debГa mudar su corte a otro lado. De todos modos, le gustarГa derribar ese edificio – este lugar que guardaba cada recuerdo de su niГ±ez, que Г©l odiaba.
Gareth regresГі a la ventana cubierto de un sudor frГo, y secГі su frente con la palma de su mano. ObservГі. El ejГ©rcito se acercaba y Thor podГa ser visto, incluso desde ahГ; la tonta multitud se acercaba a Г©l como si fuera un hГ©roe. Hizo que Gareth se pusiera lГvido, lo hizo arder de envidia. Cada plan que habГa puesto en marcha, se habГa derrumbado: Kendrick fue liberado; Thor estaba vivo; incluso Godfrey habГa logrado, de alguna manera, escapar al veneno – y era veneno suficiente para matar a un caballo.
Pero por otra parte, sus otros planes habГan funcionado. Al menos, Firth estaba muerto, y no quedaba testigo vivo para demostrar que Г©l habГa matado a su padre. Gareth respirГі profundamente, aliviado, dГЎndose cuenta de que las cosas no estaban tan mal como parecГan. DespuГ©s de todo, el convoy de los Nevaruns seguГa en camino para llevarse a Gwendolyn; para llevarla a algГєn rincГіn horrible del Anillo y casarla. SonriГі ante la idea, empezando a sentirse mejor. SГ, al menos ella se irГa lejos, muy pronto.
Gareth tenГa tiempo. Г‰l encontrarГa otras maneras de lidiar con Kendrick y Thor y Godfrey – tenГa innumerables planes para matarlos. Y tenГa todo el tiempo y todo el poder en el mundo para que esto ocurriera. SГ, habГan ganado esta ronda, pero no ganarГan la siguiente.
Gareth oyГі otro gemido, girГі y no vio nada en esa habitaciГіn. TenГa que salir de aquà – ya no lo soportaba.
Se volviГі y saliГі furioso de la habitaciГіn, la puerta se abriГі antes de que llegara a ella; sus sirvientes estaban atentos a anticiparse a cualquiera de sus movimientos.
Gareth tirГі el manto y la corona de su padre y recogiГі su cetro, mientras caminaba por el pasillo. CaminГі por los pasillos hasta que llegГі a su comedor privado, una habitaciГіn de piedra, muy elaborada, con altos techos arqueados y vitrales, iluminada por la luz temprana de la maГ±ana. Dos asistentes estaban esperando en la puerta abierta, y otro estaba parado esperando detrГЎs de la cabecera de la mesa. Era una mesa larga de banquetes, como de quince metros, con docenas de sillas alineadas a ambos lados de la misma; el asistente jalГі la de Gareth para Г©l cuando se acercГі; era una silla antigua, de roble, en la que su padre se habГa sentado en incontables ocasiones.
Gareth se sentГі y se dio cuenta de lo mucho que odiaba esta habitaciГіn. RecordГі que se veГa obligado a sentarse aquГ cuando era niГ±o; su familia se sentaba alrededor de ella, y era reprendido por su padre y su madre. Ahora la habitaciГіn estaba completamente sola. No habГa nadie mГЎs que Г©l – ni sus hermanos ni sus hermanas o padres o amigos. Ni siquiera sus asesores. En los Гєltimos dГas, habГa logrado aislar a todo el mundo, y ahora Г©l cenaba solo. PreferГa que fuera de ese modo, de cualquier manera – hubo demasiadas veces en que habГa visto al fantasma de su padre aquГ con Г©l, y se habГa sentido avergonzado de llorar delante de los demГЎs.
Gareth tomГі un sorbo de su sopa matutina; y despuГ©s, repentinamente, golpeГі su cuchara de plata en el plato.
"ВЎLa sopa no estГЎ lo suficientemente caliente!", exclamГі.
Estaba caliente, pero no lo suficientemente caliente como le gustaba, y Gareth no tolerarГa un error mГЎs cerca de Г©l. Un ayudante se acercГі corriendo.
"Lo siento, mi seГ±or", dijo el asistente, inclinando la cabeza mientras corrГa para quitarla. Pero Gareth tomГі el plato y arrojГі el lГquido caliente en la cara del asistente.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию (https://www.litres.ru/pages/biblio_book/?art=43697103) на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.
Если текст книги отсутствует, перейдите по ссылке
Возможные причины отсутствия книги:
1. Книга снята с продаж по просьбе правообладателя
2. Книга ещё не поступила в продажу и пока недоступна для чтения